No dejé de creer en lo que dices… empecé a creer en lo que haces…
Es mejor una verdad dura, que un engaño, con la verdad se llega a sanar, con la mentira a enfermar.A veces una verdad duele, pero una mentira mata lentamente. Mafia José Ibañez
Cuando estamos enamorados deseamos entre muchas otras cosas, poder creerle a nuestra pareja, confiar en esa persona que está a nuestro lado, que elegimos y nos eligió y que hoy recorre un camino trazado, buscando al igual que todos, la felicidad, la tranquilidad, la paz y la unión.
En principio no tenemos otra opción que sencillamente aprender a confiar y escuchar lo que nos dicen, aprender a entender y aceptar las situaciones, sin embargo, a medida que va transcurriendo el tiempo y en tanto más compartimos con esa persona que nos acompaña, en muchas oportunidades nos damos cuenta que no siempre lo que dice se corresponde con lo que hace, entonces ya no se trata de un tema de confianza o de consideración, sino que sencillamente no podemos seguir creyendo, porque empezamos a observar acciones contrarias y se genera una confusión, un malestar y una decepción que se va haciendo cada vez mas profunda…
La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano. Friedrich
Realmente siempre quise creerte y quién no quiere creer en la persona con la que ha hecho y formado vida? a quién no le encantaría que cada palabra que sale de su pareja, cause sino una satisfacción, al menos confianza, tranquilidad y no vivir permanentemente en una angustia innecesaria, que es lo menos que debe darnos una pareja, sin embargo, ya no puedo creer en lo que dices, especialmente cuando no existe armonía con lo que haces y por más que repitas, hagas énfasis e insistas en que debo creerte en esta oportunidad, ya qué más da sino la acción, a fin de cuentas sólo las obras hacen fe.
Hay hombres cuya conducta es una mentira continua.
Barón de Holbach
Cuando dejamos de creer en lo que nos dicen, el sentimiento pasa de ira a neutralidad, se pierde el respeto y la admiración por esa persona, incluso nada de lo que podemos conversar llega a tener total seriedad, algo ha cambiado profundamente nuestra manera de verlo y únicamente sus acciones pueden retomar el camino perdido.
No encuentro gusto real en no creer en lo que dices, por el contrario, quisiera que tu palabra tuviera el valor que tuvo un día para mí, bastaba solo con pronunciarla para llevarme a soñar, ya hoy no existe para mí el llegar a creer en palabras, pues he aprendido a observar y a darme cuenta que es real, tangible y no una ilusión…que fue en lo que se convirtieron tus palabras…
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