RINCÓN del TIBET

Los años arrugan la piel, perder la ilusión arruga el alma

Los años arrugan la piel, perder la ilusión arruga el alma

Envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo. Charles Sainte

 

Mucho hemos leído o escuchado, sobre el hecho de que el alma no tiene edad, la mente no envejece en muchos sentidos, simplemente nuestros pensamientos se hacen más serenos, más sabios y menos atropellados, pero esto es precisamente parte de la vivencia, de la existencia y de la vida misma.

Aunque nuestro cuerpo físico representa y refleja muchas cosas, entre ellas nuestra edad, esto no tiene que ser un limitante, la vida se lleva dentro y se refleja fuera, por más que luchemos contra el deterioro del cuerpo, todo consiste en aprender a disfrutar nuestra propia belleza, hacerla parte de nuestras transformaciones, de lo hermoso de avanzar, no podemos permitir que la edad nos limite, el espíritu es vida, es luz, es dinamismos, no envejece no muere, son nuestros temores, angustias y pensamientos sobre envejecer los que opacan nuestra vida.

Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. Irgman Bergman

 

El tiempo siempre va dejando huella, y nuestra piel no escapará de ello, no es cuestión de negarse, de entregarse, de huir o de conformarse y resignarse, es entender que tu interioridad representa tu vida misma y el cuerpo es su medio de transporte, puedes cuidarte de muchas maneras, llevar una vida sana, aplicar miles de lociones en tu piel y estar atenta a todos los avances anti edad, sin embargo, es realmente tu sentir interno lo que condicionará tu vida, tus ilusiones, cómo te sientes, cómo te expresas, cómo quieres vivir…

Puedes toparte con personas muy jóvenes que viven llenos de amargura y de rencores, incluso muchas veces han sido aprendidos porque ni siquiera aún han tenido alguna experiencia propia que los lleve a tal conducta, de la misma manera nos topamos con personas avanzadas de edad, cuya vitalidad y energía nos contagia, nos sorprende y nos lleva a desear emociones, esto obedece a un sentir interno, a la manera de pensar e ilusionarse con la vida.

No ha de ser dichoso el joven, sino el viejo que ha vivido una hermosa vida. Epicuro de Samos

 

El cuerpo está allí, es parte de nosotros y nos corresponde cuidar de él, pero el pensamiento, las ideas, las sensaciones y especialmente las percepciones, no dependen de cada arruga que aparezca en nuestra piel, más bien van atadas a nuestro deseo de vida y de plenitud, en la medida en que disfrutamos del paso de los años, de las experiencias y de la sabiduría, encontraremos miles de formas de mantenernos activos, vivos y llenos de energía, no necesitamos convencer a nadie de que los años no pasan por nosotros, no depende de nadie como quieras vivir.

Aunque el cuerpo sufra los síntomas de la edad física, tú consérvate joven y dispuesto, porque de esto depende tu mentalidad positiva, procura que la juventud de tu espíritu se irradie a través de tu cuerpo, tengas la edad que tengas.

 

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