RINCÓN del TIBET

Las grietas que enriquecen nuestra vida

Las grietas que enriquecen nuestra vida

Todos tenemos grietas, heridas en nuestro corazón que no hacen más que demostrar que hemos amado y sufrido. Hemos hecho las cosas bien, pero también las cosas mal. Hemos aprendido, hemos avanzado. Esas grietas no son negativas, todo lo contrario, enriquecen nuestra vida.

Son esas grietas las que nos hacen ser como somos. Personas únicas y especiales, cuyas características nos definen, porque nuestra vida y nuestras experiencias nos han hecho así.

Por este motivo es tan complicado ponernos en la piel de los demás o intentar comprender comportamientos ajenos. Las personas tenemos grietas que solo nosotros hemos vivido y experimentado. Ellas nos han cambiado y han hecho que hoy seamos quienes somos. Solo nosotros lo sabemos. Solo nosotros lo hemos vivido.

La perfección es una pulida colección de errores

-Mario Benedetti-

La lección del maestro

Para comprender mejor cómo las grietas son algo que en vez de ser algo negativo en nuestra vida, la enriquecen, podemos leer este pequeño relato en el que se nos da una valiosa lección:

Un maestro acogió a un joven aprendiz para transmitirle todo su conocimiento.

Todos los días, el aprendiz era el encargado de traer dos vasijas de agua desde la fuente hasta el recinto donde se impartían las lecciones.
 
Sin embargo, una de las vasijas tenía grietas por lo que cuando el joven aprendiz llegaba finalmente con su carga, una de ellas estaba medio vacía.
 
Esta fue una de sus tareas durante más de un año, a pesar de que era consciente de que no cumplía con las indicaciones de su maestro ya que no llegaba con su carga completa.
 
Un día, el joven aprendiz avergonzado de no poder cumplir la petición de su maestro, le dijo:
 
– Maestro, lamento mucho no poder cumplir tu encargo de traer las dos vasijas de agua. Una de ellas tiene grietas y va perdiendo agua a lo largo del camino.
 
El maestro le respondió:
 
– Muchacho, no te lamentes por eso. Gracias a las grietas de tu vasija tenemos todos los días flores frescas que nos alegran la vista y nos abrazan con su olor.
 
El muchacho sorprendido, le preguntó:
 
– ¿Cómo es posible?
 
– Hace tiempo me di cuenta de que una de las vasijas tenía grietas, así que decidí plantar semillas a lo largo del camino que recorres todos los días. Gracias a eso, las semillas han florecido y puedo recoger maravillosas flores todos los días.
 
En ese momento el muchacho comprendió que todos, de cierta forma, somos vasijas agrietadas por alguna parte. Sin embargo, no debemos esconder esas grietas sino examinarlas para sacarles el mayor provecho.

Ten siempre en mente esta lección que te ayudará a lidiar con cualquier situación que provoque una grieta en tu corazón. Esas grietas son enseñanzas, lecciones valiosas, progreso… 

No te avergüences de tus grietas

Uno de los errores que cometemos con asiduidad es avergonzarnos de esas grietas que conforman todo nuestro ser. Por eso, debemos aprender a no avergonzarnos de las siguientes cosas:

  • Haber amado: aunque creas haber perdido en el amor, la verdad es que siempre sales ganando. Amar es algo bello, una entrega total. Aunque no haya salido bien, tienes que sentirte feliz por haberlo dado todo y por los bellos momentos vividos.
  • Haberte equivocado: los errores nos ayudan a seguir adelante, son un impulso para seguir en el camino correcto y no desviarnos. Tómalos como oportunidades de alcanzar tus metas.
  • Haberte enfadado: esta emoción negativa es algo que solemos reprimir porque no está bien vista, pero la verdad es que es mucho peor reprimirla. Exprésala sin temor y no te avergüences de ello.
  • Haberte perdido: ¡cuántas veces hemos oído que para encontrarse hay que perderse! Esto es muy cierto. Piérdete para encontrar respuestas a todas aquellas preguntas que desconoces.
  • Haber sufrido: a nadie le gusta sufrir, pero es un sentimiento como tantos otros. Eres humano, eres vulnerable, no te avergüences de sufrir, aprende de ello y nunca escondas tu dolor. Hay mucha gente a tu alrededor dispuesta a ayudarte y escucharte.

Abraza tus grietas, abraza tu vulnerabilidad y aprende a vivir plenamente el aquí y el ahora

Nunca te avergüences de tus grietas, porque ellas te han hecho quien eres ahora mismo. Una persona que ha vivido experiencias, que es lo que es por todo lo que ha pasado…

Eres único, especial… Abraza tus grietas y aprende a ver el lado positivo que tienen, el gran regalo que ellas te brindan. El gran regalo de ser tú mismo.

 

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