El amor no debería doler
Quizás seas de esas personas que creen en el amor, o quizás no. Quizás sigas buscando a la pareja ideal, o quizás ya hayas desistido en tu intento.
Sea como fuere, si te encuentras leyendo esto, probablemente te hayas planteado alguna vez porqué el amor suele ser tan doloroso. ¿No es algo que debería ser placentero? ¿No debería hacernos terriblemente felices? Y, en cambio, es lo que más suele hacernos daño.
Resulta curioso, aunque es cierto. Esa persona a la que amamos y con la que deseamos compartir nuestra vida, de repente se convierte en una continua sucesión de situaciones que debemos solventar para no sufrir.
Porque una discusión, un malentendido, una ruptura, acaba destrozándonos completamente. Sentirnos poco valorados, querer demasiado, ser dependientes… todo esto provoca que el amor sea doloroso.
La realidad del amor
Cuando nos enamoramos, nos sumergimos en una ilusión en la que nuestra autoestima y nuestra seguridad quedan a merced de la otra persona.
¿Por qué ocurre esto? Porque nos sentimos uno, o así queremos serlo. Nuestra autoestima empieza a depender de la otra persona, valorarnos depende de ella. La opinión que tenga tu pareja de ti es lo que importa, aunque quizás no sea la correcta.
Pero, esto no lo es todo. En algunas relaciones se origina una dependencia que te ata a esa persona y la hace el motivo de tu vida. Cuando ella desaparece, por cualquier razón, tu mundo se desmorona.
Cuando no puedo vivir sin alguien debería plantearme la realidad de este pensamiento
Aunque suene duro, es precioso decirle a tu pareja “no puedo vivir sin ti”, pero la realidad es dura y la realidad el amor mucho más. ¿De verdad no puedes vivir sin tu pareja? Puede que algunas personas así lo sientan, pero piensa de verdad en esta realidad.
A veces, el amor nos ciega y pensamos cosas que no son ciertas. Querer a alguien por encima de todo, sacrificarte por alguien, jurar amor eterno.
Con esto, no estamos diciendo que el amor no exista, ni que esto no pueda ser cierto. Pero, muchas veces lo que proclamamos no es cierto, pero así lo queremos creer. ¿El resultado? Sufrimos, sin poder evitarlo, por amor.
Libérate del dolor
Amar es muy bonito, pero todo el mundo busca su felicidad. Si el amor es tan doloroso, ¿por qué continuamos emparejándonos?
Verifica que no lo haces porque necesitas estar con alguien, porque necesitas que te digan palabras bonitas, porque es lo que hay que hacer, porque si no te quedarás solo.
Esto solo hará que el amor se convierta en un continuo sufrimiento. ¿Cómo evitar todo esto? ¿Cómo disfrutar del amor y dejar de sufrir en vano?
Para empezar, ten en cuenta todo lo que a continuación exponemos:
- Nunca estés con alguien porque te sientas solo.
- Si decides tener pareja, verifica que es amor y no necesidad lo que sientes.
- Comparte la vida con tu pareja, pero nunca dependas de ella.
- Ten en cuenta que amor significa ser feliz, no sufrir.
Estas son solo algunas cosas que debes tener en cuenta si quieres tener una relación. Debes ser libre, tú mismo y tener tu espacio a pesar de estar en pareja.
Es muy cómodo dejarle el cargo de nuestra autoestima a otros. Pero, esto no es beneficioso para ti, ni para tu relación. Protege tu autoestima, no la olvides, no la dejes de lado.
Muchas personas dejan de creer en el amor, en la pareja, por culpa del dolor
El fruto de todo este sufrimiento, de tantas relaciones fallidas, catastróficas, de las infidelidades, de las decepciones son el dolor y pueden originar miedo a amar.
Sé tú mismo, protege tu individualidad y tu personalidad aunque estés con otra persona. El amor debería ser algo bonito, lleno de alegría y felicidad. Pero, la realidad es que a veces se convierte en un continuo tormento, en una espiral de dolor, desengaños y egoísmo de la que difícilmente logramos salir.
Enamórate de quien te merezca, de alguien que no te haga sentir mal y que te quiera como tú puedes querer a tu pareja. Ten en cuenta que hay varias cosas que te mereces de tu relación. ¡No te sacrifiques! El amor no debería de doler, sino todo lo contrario. Debería ser el culmen de tu felicidad.