Y si me caigo? Oh Cariño, pero y si vuelas?
Muchas oportunidades desfilan frente a nosotros sin que decidamos tomarlas. Esto ocurre principalmente porque albergamos en nuestra mente miedos y porque instintivamente nos sentimos más seguros
dentro de lo conocido. Erin Hanson nos propone dentro de unos de sus poemas el siguiente diálogo:
-Y si me caigo?
-Oh Cariño, pero y si vuelas?
Y justamente la vida se trata de asumir retos, tomar oportunidades y enfrentar los cambios con la mejor actitud que se pueda. Puede ser que existan dudas, es normal y garantizará que no vayamos por la vida como una veleta, siguiendo el rumbo sugerido de todo lo que en nuestra mente es una oportunidad. La duda sirve para plantear escenarios que nos ayuden a discernir, para estudiar si una oportunidad nos conviene o no. Sin embargo, cuando decidimos tomar un riesgo, debemos hacerlo con la mejor disposición posible.
La actitud marca la diferencia en todo lo que hacemos y es fundamental cuando iniciamos un proyecto, un nuevo trabajo, una nueva relación o decidimos darle una vuelta a nuestra vida.
Si tenemos una firme convicción de que tomar alguna oportunidad será para bien, no hay forma de que sea diferente.
Debemos dejar atrás los miedos paralizantes, esos que pueden durar con nosotros la vida entera y a los cuales les daremos diferentes nombres en el transcurso de la misma. Si hacemos un esfuerzo por reconocerlos e identificarlos, poco a poco iremos quitándole poder a esos miedos y tendremos mayor control al momento de tomar decisiones.
Cuando asumimos una nueva oportunidad desde la premonición del fracaso, con actitud negativa o de duda, los resultados estarán alineados con esos sentimientos… Entonces, no le demos fuerzas a pensamientos de duda o derrotistas, si tenemos el control por qué utilizarlo en nuestra contra?
Una vida monótona se puede tornar aburrida, podemos darle un poco de color asumiendo retos que nos saquen de nuestra zona de comodidad, por lo general en los cambios hay mucho aprendizaje y si aligeramos nuestra resistencia a lo nuevo, asumimos retos y damos entrada a las nuevas oportunidades, estaremos abriendo la energía para que una cadena de buenos acontecimientos y estaremos manifestando en nuestras vidas cosas positivas que nos harán la vida más hermosa, más entretenida y de mayor aprendizaje.
Así que cada vez que se te presente una buena oportunidad agradécela, identifica los miedos, desenmascáralos, deséchalos, comienza a abrir tus alas y prepárate para volar!