RINCÓN del TIBET

Y llegó el momento de sacarte de mi vida

el momento

Y llegó el momento de sacarte de mi vida

Créeme que aunque aplacé el momento una y mil veces, buscando siempre una excusa que me hiciera permanecer, encontrar un motivo, darnos el tiempo necesario para generar los cambios que nos permitieran tomar otro rumbo. Pero nada de esto ocurría, yo seguía desprendiéndome de ti y tú como si lo intuyeras hacías lo imposible por alejarme más y más de ti.

Quizás esto me duela más a mí que a ti, considerando que mi amor siempre estuvo disponible para ti y es a mí a quien le tocó tomar la decisión de separarnos, de alejarme de ti, pero aun llevándote en mi corazón, entendiendo que aunque yo me vaya, aunque tú te alejes, ese lugar te pertenece, que inclusive mi piel tardará en acostumbrarse a tu ausencia, que mis oídos buscarán tu voz, que mi piel te extrañará tanto, que me rogará volver…ya es el momento

Aun así seré fuerte, porque tu amor no me llena, porque no siento que puedas hacer por mí solo un poco de lo que esperas de mí y lo cumbre es que ni siquiera eres capaz de valorar. No quiero darte una lección, pero te mentiría si te dijera que no disfrutaré el momento en el cual te vea querer volver a formar parte activa de mi vida, porque sin perder la humildad, es algo que va a pasar.

Me buscarás cuando entiendas que el amor que te di era sincero, que dentro de mis prioridades siempre estabas tú, que te elegí una y mil veces, aun teniendo diferentes opciones, que mis intenciones contigo siempre fueron firmes, que mi apoyo estaba allí para ti, que te admiraba, que me sentía orgullosa de ti y lo que considero más importante: cuando entiendas que no todos te querrán con toda tu luz y con toda tu oscuridad.

Se ama integralmente, un todo, pero para mí no fue posible amar tan sentido a quien me amaba tan ligero, de forma casi imperceptible, en donde se tenía que hacer un esfuerzo por encontrar ese amor en algún gesto, en una palabra, en una mirada, un esfuerzo tal, que algunas veces me sentía inventándome historias que solo vivían como fantasías en mi mente.

Para poder amar a alguien, nos tenemos que amar a nosotros mismos, y aceptar tu forma de amarme, era renunciar a lo que yo deseaba para mí y junto a ello, renunciar a parte del amor y el respeto que me siento o al menos que me debo.

Llegó el momento en el que me siento un poco más fuerte, en el que siento que mi corazón no estallará en mil pedazos porque lo tengo cubierto con mi dignidad, mi amiga que me recuerda hasta dónde debo llegar y cuándo ha sido suficiente. Hasta este momento estuviste en mi vida.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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