Sí quiero arriesgarme…

Quiero arriesgarme, independientemente de cómo vayan las cosas. Porque aunque he tenido mucho dolor, no pienso en dejar ir una oportunidad más.

Evitaré los cuestionamientos sobre cómo podrían funcionar las cosas, o en pensar tanto en las consecuencias de mis actos; simplemente el destino me está llamando a vivir lo que por tanto tiempo no permití por miedo, el miedo que sólo me condujo a una soledad demasiado difícil y que por lo tanto, me cerró a nuevas oportunidades.

La soledad a veces es muy cómoda, porque no tienes exigencia en hacer, en desear… Tus días pueden ser iguales y no hay problema, puedes hacer muchas cosas sin temor a que algo te lastime, porque la soledad misma te consume y te hace creer que necesitas de ella.

Dejar ir oportunidades, dejar ir lugares que sólo en ese momento existían, puede provocarte un gran remordimiento, simplemente porque nada se vuelve a repetir de la misma forma, ni con la misma esencia.

Prefiero arriesgarme, prefiero sentir el amor que por tanto tiempo no tuve, prefiero sentir la emoción de encontrar aquello que por tanto tiempo esperaba y no supe recibir; prefiero sentir de nuevo la excitación de estar cerca de la persona especial que llega a mi vida, prefiero luchar e inclusive perderme tratando de encontrar un camino. Porque parte el vivir consiste en arriesgarte a hacer algo nuevo.