Si lloro no es porque sea débil, sino porque me cansé de ser fuerte
A veces es la mejor manera de relajarse y desahogarse.
Llorar es una de las cosas que la mayoría solemos hacer cuando las cosas van mal y ya no nos quedan fuerzas como para seguir adelante. Sin embargo, hay quienes dicen que llorar es “de débiles”, pero no es así. No puedes ser fuerte todos los días, ni tampoco estar aparentando que todo está bien y que nada sucede. Es imposible, pues si haces eso sólo lograrás que el peso que estás cargando se haga cada día más difícil de soportar.
Llorar no es de débiles, y no llorar tampoco demuestra que eres increíblemente fuerte. Al contrario, demuestra que piensas por ti mismo y que valoras desahogarte para quitarte ese peso de encima. No puedes ser fuerte todo el tiempo, pues te cansas, dejas de ver las cosas claras y ya no demuestras lo que sientes, ni a ti, ni al resto de mundo. No te escondas, no suprimas esa tristeza, libérala y te darás cuenta de que al mismo tiempo te liberas a ti mismo y tu salud mejora.
Cuando alguien te diga que llorar es de débiles, no lo tomes en cuenta, porque nadie más que tú sabe por qué lloras y con qué peso y luchas estás lidiando en este momento. Nadie más que tú sabe cuánto has tenido que hacer para mantenerte fuerte ante todo y no decaer. Nadie más que tú sabe lo cansado que estás de soportarlo todo y no permitirte desahogarte y liberarte de toda esa carga que te está consumiendo.
Ponte límites. Permítete llorar cuando ya no puedas más. Di lo que sientes, y no te agobies ni te decidas a responsabilizarte de todo. Di “no puedo”, “no quiero”, “no me siento bien”, cuando sea necesario. Mantén ese equilibrio y verás que tendrás la fuerza necesaria para cumplir con tus objetivos sin decaer ante las dificultades. Si no te permites sentir y desahogarte, jamás será posible.
Porque llorar no significa ser débil, simplemente es porque estás cansado de ser fuerte todo el tiempo y necesitas ese instante para ti y cultivar tu crecimiento y, así, hacerte cada vez más fuerte, pero porque estás en sintonía con tus sentimientos.
Libérate de ese peso. Llora, porque sólo las personas fuertes lo hacen.