RINCÓN del TIBET

Si dudas que lo que quieres va a suceder, no lo intentes

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Si dudas de que algo que quieres va a suceder, ni te esfuerces en intentarlo

Cada uno de nosotros tiene a través de su mente un poder creador que no es sencillo de explicar ni de entender, que nos habla de que cualquier cosa que se materialice en nuestras vidas es creada por nosotros mismos, de acuerdo a nuestros pensamientos y creencias, especialmente por lo que predominantemente se repite en nuestra mente.

Ocurre que muchas veces no somos conscientes de todo lo que hacemos a nivel inconsciente para contradecir y restarle poder a aquello que decimos querer. Cada una de las cosas que materializamos en nuestras vidas, tiene que ver con lo que creemos merecer.

Pero no basta con que de la boca para afuera yo manifieste: Yo merezco un amor bonito, que me respete, que me quiera, que se comprometa conmigo. Esto debe ser congruente con lo que albergamos en nuestro ser y cómo nos sentimos con aquello que decimos merecer.

Muchas veces el solo escucharnos verbalizar una afirmación, nos ayuda a darnos cuenta de que algo en nuestro interior no se siente identificado con ese mensaje, se nos quiebra la voz, nos sentimos incómodos, se nos trancan las palabras, sentimos escalofríos… En fin, podemos sentir ciertas manifestaciones que traducen el rechazo o la poca identificación que en el fondo sentimos con esa afirmación.

Volviendo a ejemplo, podemos decir todo lo que merecemos que está de acuerdo con lo que queremos en el amor, pero si lo que se manifiesta en el interior son creencias de este tipo:

  • Yo no soy lo suficientemente bueno para ser amado.
  • Yo no soy lo suficientemente atractivo como para mantener una pareja a mi lado.
  • Los seres que amo, siempre me han abandonado.
  • Yo no sé dar lo suficiente, como para que alguien se sienta satisfecho a mi lado.
  • El amor no es importante.
  • Todo el que ama sale lastimado.
  • El amor está sobrevalorado.

… Y un montón de creencias que de seguro pueden ayudarme a completar, que nos susurran todo el tiempo que ese amor que deseamos merecer, de acuerdo al ejemplo, no somos capaces de atraerlo o de mantenerlo en nuestras vidas… Y así pasa con todas las cosas que decimos querer.

Hasta que no revisamos esas creencias que no nos favorecen, las trabajamos y las sustituimos por aquellas que sí alimentan nuestros deseos, no vamos a materializarlos de la manera en la cual nos gustaría.

Probablemente han oído algunas teorías de cómo pedir, de cómo materializar, algunas de ellas nos hablan de pedir en grande, de sentir como si ya lo tuviésemos, de si está en nuestra mente lo tendremos en nuestras manos… Y especialmente cuando pedimos en grande, es cuando salen a la luz todas esas limitaciones que quizás no somos capaces de percibir cuando lo hacemos en magnitudes menores. Esto resulta útil para trabajar esos obstáculos mentales que nos ponemos nosotros mismos.

Por ejemplo, podemos decir, yo quiero estar solvente económicamente y quizás no sintamos ruido, luego cuando incrementamos nuestras aspiraciones hasta llegar quizás a: yo quiero ser inmensamente rico, nuestras creencias de fondo se manifiestan con mayor facilidad:

  • No trabajo lo suficiente como para ser inmensamente rico.
  • Las personas que son inmensamente ricas lo son porque tienen muy buena suerte.
  • Se necesita tener una cuna de dinero para que esto sea posible.
  • Las personas inmensamente ricas son malas.
  • Yo no estoy capacitado para poder hacerme inmensamente rico.
  • Soy desordenado financieramente.
  • El dinero trae muchos problemas.

Y otro montón de creencias que se manifiestan cuando pasamos de algo modesto a grande, así que si queremos revisar creencias que no son evidentes para nosotros practiquemos ver qué esta en armonía con nosotros cuando magnificamos nuestros deseos.

Sea lo que sea que queramos para nuestras vidas lo podremos obtener, especialmente si esto está en armonía con nosotros y con el universo. Solo tenemos que aprender a eliminar las limitaciones mentales y cuidar nuestros pensamientos como si fuesen varitas mágicas, porque en el fondo eso son.

Cuando realmente queremos algo, no lo dudemos ni in segundo, démoslo por hecho, que así será.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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