Quiero dar una buena impresión
Todos, en algún momento, hemos querido dar una buena impresión. Ya sea en un nuevo grupo de amigos, un nuevo trabajo o cualquier otra situación, dar una buena impresión nos puede abrir muchas puertas.
Pero, en ocasiones, no somos capaces de dar una buena impresión con éxito. Por eso hoy descubrirás algunos consejos que te ayudarán en cualquier tipo de situación.
No existe una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión
Tú eres único
Todos nosotros tenemos cualidades únicas que ofrecer. Está claro que no tenemos que saber de todo, pero mostrarnos abiertos y únicos será nuestra mejor carta de presentación. Eso sí, nunca intentes ser algo que no eres, pues muchas veces nos mostramos artificiales escondiendo nuestra propia esencia.
Acéptate tal y como eres, potenciando tus rasgos característicos que te definen y dan personalidad. Además, la seguridad en ti mismo será algo que transmitirás a los demás y que, sin duda, llamará la atención de manera positiva.
Ser abierto con los demás, mostrarse humilde y sincero, destacar tus puntos fuertes y la confianza en ti mismo es la mejor carta de presentación que puedes dar a los demás. Sin duda… destacarás por ser tú mismo, por ser único.
Sé puntual y vístete para la ocasión
Además de ser tú mismo, debes tener en cuenta la puntualidad y la vestimenta que llevarás para la ocasión que se te presente. Debes atender al contexto y dar buena impresión. No queremos decir que te tengas que vestir de gala, ni perder tu esencia, pero sí dar una imagen elegante, responsable y de buen estar.
Un problema que tienen algunas personas es la falta de puntualidad, algo que dice mucho de nosotros mismos. Siempre debes procurar ser puntual y, en el caso de que haya un atasco o cualquier problema y no puedas llegar a tiempo, debes informar de esta situación. Pero, nunca debes llegar tarde y menos a propósito.
Mis palabras no dejarán una impresión tan profunda como una acción
-Henrik Ibsen-
Cuida tu lenguaje corporal
Ahora que ya sabemos que debes ser tú mismo, ser puntual y vestirte para la ocasión, es el momento de que atiendas a una parte de tu comunicación que, normalmente, pasamos por alto. Nuestro lenguaje corporal da mucha más información que nuestras palabras, por eso debemos prestarle atención.
Para empezar, debes intentar mirar a tu interlocutor a los ojos de una forma natural, que no resulte forzado. Asimismo, evita los movimientos de las manos o las piernas que puedan denotar tu nerviosismo e inseguridad. También, en el caso de dar la mano, asegúrate de que sea firme. Con estos consejos lograrás dar una primera impresión muy positiva.
Relájate y sonríe
Si es una entrevista de trabajo o tu primer día en un nuevo puesto, es normal que te notes muchos nervios. Pero, que estés nervioso no significa que tenga que manifestarse en tu exterior. Debemos aprender a disimular esos nervios que, realmente, son pasajeros.
Por eso, una vez estés metido en materia intenta sonreír. Una sonrisa sincera y verdadera además de ayudarte a dar esa primera impresión que tanto buscas, también te ayudará a relajarte. Además, la sonrisa suele atraer a las personas y que se muestren interesadas en conocerte.
¡Sonríe! Hoy es un día excelente para estar orgulloso de ser quien eres
Empatiza con tu interlocutor
La empatía nunca está de más, ya que gracias a ella logramos una mayor afinidad con nuestro interlocutor. Saber qué piensa, cómo puede estar tomándose lo que estamos diciendo, nos ayudará a generar confianza y a “caer mejor”.
Además, empatizar nos ayudará a saber cómo hablar de la forma correcta con nuestro interlocutor, preocupándonos por el bien de la conversación y porque los dos nos sintamos cómodos. La empatía es algo que se adquiere, no es algo con lo que nacemos. Por lo que si no eres nada empático, ¡no te preocupes! Aún estás a tiempo de aprender.
La capacidad de colocarse en el lugar del otro es una de las funciones más importantes de la inteligencia. Demuestra el grado de madurez del ser humano
-A. Cury-
¿Eres bueno dando una primera impresión positiva? Piensa que la primera impresión es la que cuenta, pero que después debes mantenerla. Por eso, no finjas ser quien no eres, sé tú mismo y potencia tus puntos fuertes. La amabilidad y la sonrisa nunca serán mal recibidas. ¿Preparado para dar tu primera impresión?