No busques fuera lo que llevas dentro

Conoces la potencialidad de tu ser?

Desearía poder mostrarte cuando te sientes solo o en la oscuridad la asombrosa luz de tu propio ser.

Hafiz

El ser humano vive en una constante búsqueda, la insatisfacción permanente o temporal de cada quien durante su existencia y la tendencia a tratar de encontrar fuera de sí mismo aquello que nos llena de vida y plenitud, ha llevado a cada persona a transitar distintos caminos, sin embargo, esta búsqueda tiene un fin común, el amor.

No es casual que nunca lleguemos a estar plenamente conformes con todo en nuestra vida, siempre hay algún “pero”, siempre hay algo que sentimos que no cala, que no se completa en nuestro camino, sencillamente tomamos un segundo aire y nos disponemos a tomar nuestro equipaje y seguir en nuestra búsqueda…

Quizás si nos tomáramos un mínimo de tiempo para internalizar esa búsqueda… si tomásemos el riesgo de dejar de ver fuera y miramos nuestro interior, nuestra fuente de luz, entenderíamos que a medida que nuestra consciencia se expande, lo que parecían ser obstáculos, se convierten en oportunidades. Cuando llegamos a un estado de conciencia pura, nos damos cuenta de que no hay problemas y por lo tanto no necesitamos soluciones.

 Dar luz y la oscuridad desaparecerá por sí misma.

Desiderius Erasmus.

En la misma medida en que nos aclaramos, corramos el velo que opaca nuestra consciencia y dejamos de tomar tan en serio las situaciones que creemos nos aquejarán eternamente, comprenderemos que no vivimos en una lucha, al contrario, hay que fluir con la propia vida.

Nuestra luz interior, esencia de la vida, es un bálsamo; es la potencia que activa nuestros sentidos, es la voluntad que ordena, es sabiduría, es amor.

Toda persona es digna de ser amada, toda persona digna de amor es natural y genuina, irradia la luz de la consciencia, el amor le es innato, encontrar el origen de esa luz en nuestro ser es nuestra verdadera responsabilidad. Cuando nos damos ese regalo, también brindamos la oportunidad a todo el que nos rodea de disfrutar de ese placer, la luz traspasa, se irradia, se refleja, más aún si proviene del ser interior. Eso que buscas constantemente fuera de ti, ya lo eres tú.

 Hay dos maneras de difundir la luz:

ser la vela o el espejo que la refleja. Edith Wharton.

Disfrutar de tu luz interior permite que en tu vida se manifiesten todas las bondades del universo a través de ti y que otros puedan recibir ese rayo que ilumine los instantes de búsqueda de su propio ser, esa es tu contribución universal, puedes asumirla con verdadera confianza y alegría.

Centremos la atención en las bendiciones que hay en nuestras vidas, sintámonos conectados con todo en el universo, experimentemos la plenitud y unidad con toda la creación, llenemos nuestro corazón de gratitud, así estaremos plenamente en el momento presente, dejaremos ir nuestros lamentos por el pasado y preocupaciones por el futuro.

En este estado de aceptación pura, irradiamos luz, somos amor en potencia y embargamos cada espacio que ocupamos. Permítete experimentar tu luz y por ende, benefíciate con ella y beneficia a quienes forman parte de ti.