Meditación en Movimiento
Ya logras aquietar tu cuerpo y tu mente mediante la meditación. Eres capaz de entrar a voluntad en el estado de ser y no hacer. Has vencido el primer paso en el camino de la meditación. Estás listo entonces para hacer sin dejar de ser.
Durante la vida nos han programado para prepararnos para el futuro (mejor casa, mejor trabajo, mejor coche, familia), evitando el mismo tiempo los errores del pasado (nuestros o de nuestros padres)
Tú estás donde está tu concentración, no donde está tu cuerpo. Si piensas en el pasado, pues ahí estás. Si piensas en el futuro, pues ahí estás. ¿Dónde es que quieres estar?
Aquí y ahora. Atrapados en nuestros propios pensamientos, dejamos de ver lo que ahora nos rodea.
Cierra los ojos por un momento y siente el aire moverse a tu alrededor; aísla los sonidos de tu habitación; identifica los olores. Toda esa información a estado alrededor tuyo pero no la has sabido percibir hasta que ya concentrado en ello.
Día a día recibimos millones de estímulos que nuestro cerebro filtra. De estos recogemos sólo una pequeña parte y desechamos como ruido mucha información que puede sernos útil.
Si vas a caminar, camina. Si te vas a sentar, siéntate.
Concéntrate exactamente en lo que estás haciendo y lo harás de la mejor forma posible.
Si caminas pero piensas en lo cansado que estás y lo bien que te hará sentarte, no verás la piedra y tropezarás.
Si estás sentado y piensas que te atrasas, el estrés no permitirá que tu cuerpo descanse.
El aquí y el ahora es la meditación en movimiento
Ya sabes cómo aquietar tu mente y tu cuerpo. Comienza a hacer tareas sencillas vigilando que tu mente no salga del estado de meditación: toma una ducha, camina, limpia el suelo.
El Tai Chi, el Taisoo Jutsu y otras formas de movimientos rítmicos de coordinación son ideales para hacer sin pensar, sin dejar de ser.
Luego puedes pasar a tareas más complicadas. Verás cómo siempre tendrás más éxito y estarás más centrado. Cuando logres hacer en este estado tu día completo estarás realmente meditando.