“Me ama a su manera”: PELIGRO
Es muy cierto que todos tenemos formas particulares de amar y querer, pero cuando escuchamos o decimos frases del tipo: él/ella me quiere a su manera, en el fondo me ama, no sabe amarme, etc. Estamos ante evidentes señales de alerta. El amor es el verdadero lenguaje universal, todos entendemos cuando nos tratan con amor, cuando nos quieren, cuando se preocupan por nosotros. Cuando no estamos en sintonía con el tipo de amor que estamos recibiendo, esto puede significar que no nos están bien amando.
El amor debe ser de calidad, el amor debe ser un sentimiento que nos haga sentir bien, que nos haga sentir acompañados, cuidados, correspondidos, entendidos, etc. Cuando no recibimos beneficios de ese amor, sino que por el contrario el amor nos hace daño, debemos considerar las maneras de generar un cambio.
El desamor puede manifestarse de muchas formas, mencionemos algunas:
Nos sentimos solos/as: Cuando tenemos a una pareja o una persona que nos ame, no deberíamos sentirnos solos, especialmente estando en presencia de esa persona. Es necesario recibir atenciones, caricias, tiempo, detalles, compañía para sentirnos plenos en nuestra relación. Ojo: Esta condición podría estar totalmente desligada a la relación de pareja y ser una condición netamente personal.
Nos lastiman: Bien sea de forma física o psicológica, cuando se reciben agresiones de la pareja esto es un grave síntoma de desamor, nadie tiene derecho a lastimarte, bajo ninguna circunstancia, mucho menos la persona que dice amarnos, quien nos ama debe hacernos sentirnos especiales, en el buen sentido de la expresión, nunca especiales por un reportaje de maltrato doméstico.
No nos consideran al momento de tomar decisiones: Es necesario que en una pareja sea de importancia la opinión y el criterio de la pareja al momento de tomar decisiones, las ideas del otro deben ser consideradas.
Nos aíslan: No compartimos actividades con la pareja, ningún tipo de esparcimiento, el trato recibido es de aislamiento, de clandestinidad o bien se limitan las libertades de la pareja. Es necesario que ambos miembros de la pareja tengan momentos para sus actividades propias, sus espacios y que existan a su vez espacios comunes, donde es frecuente que se interactúe con amigos y familiares de ambos.
Se condiciona y limita nuestra personalidad: Cuando casi que tenemos que pedir permiso para hablar, cuando cualquier gesto ante alguna de nuestras intervenciones nos puede hacer sentir mal, cuando pensamos tanto antes de expresarnos, hasta el punto que ni expresarnos queremos. Es importante poder ser nosotros mismos, sin ser juzgados, criticados, humillados, etc, por la persona que dice querernos.
Nos menosprecian: Bien sea por temas de posición económica, por preparación académica, por roles desempañados, puede verse que quien desea una posición de poder intente socavar la moral de la pareja a través del menosprecio y la humillación. Nadie es superior a otra persona, nadie tiene el derecho de hacer sentir menos a través de ninguno de los recursos que esté a su alcance a otra persona, mucho menos por una pareja, que debería ser un apoyo y una fuente de energía positiva.
Es cierto que sí, cualquiera que imparta alguno de estos tratos puede amarnos, pero definitivamente no es el amor más sano, no es el amor que alguien merezca. Es un amor destructivo y mientras más tiempo pase mayores serán los daños y más difícil será la recuperación. Nunca dudes de tu valor, de lo que mereces, de lo que es el amor y cómo podrías sentirte en una relación más sana.
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