RINCÓN del TIBET

Maduramos más con los daños que con los años…

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Maduramos más con los daños que con los años…

A lo largo del recorrido que nos destina la vida, atravesamos por muchas experiencias, por más precavidos que podamos ser, por más intención que tengamos de resguardarnos al mundo, de preservar nuestra tranquilidad y no tener que lidiar con nada que nos lastime o nos obligue a desequilibrar nuestro estado natural, no podemos evitar lo inevitable, el sufrimiento y el dolor, parece ser un ingrediente casi ineludible en la vida, si no es totalmente ineludible.

La confianza viene con la madurez, aceptándote más a ti mismo. Nicole Scherzinger

 

Ocurre que sea cual sea el camino que tomemos, unos más otros menos, siempre nos vamos a topar con sucesos que van a ocasionarnos daños en nuestra vida, nos romperán el corazón, enfrentaremos rupturas, separaciones, perderemos a seres amados, nos reencontraremos con nosotros mismos, seremos decepcionados y muchas otras cosas que mantienen altas probabilidades de ocurrir en mayor o menor medida, en la vida de cualquier persona.

Todas estas experiencias nos enseñan a madurar, también demuestran que indudablemente maduramos más con los daños que con los años, de hecho solemos conocer personas que han llevado una vida medianamente tranquila y cada vivencia que se ha quedado grabada en su memoria y en su alma, está relacionada a un gran impacto emocional y de allí seguramente una gran enseñanza, que la ha convertido en una persona más sabia, con menos prejuicios, capaz de comprender y de hecho mucho más compasiva.

La madurez es cuando tu mundo se abre y te das cuenta que no eres el centro de él. M. J. Croan

 

Las separaciones y las pérdidas nos enseñan el desapego, las necesidades y carencias nos enseñan humildad, las traiciones nos enseñan a valorar lo real, los amores no correspondidos graban en nuestra vida el sufrimiento por amor, las penas y las vicisitudes que atravesamos nos dejan daños que indudablemente nos hacen madurar, no importa incluso que tan viejo o tan joven se es, se puede vivir mucho en muy poco tiempo y pasar toda una vida sin realmente haber vivido.

Las penas que nos ocasionan las acciones de los demás, el dolor que sufrimos y padecemos que jamás sana, esas heridas que nunca se cierran, nos hacen personas más sensatas, más valerosas, más osadas y a su vez más prudentes, aprendemos a ver la vida desde otro enfoque, todo aquello que puede resultar terriblemente problemático llegamos a percibirlo como una experiencia más, la actitud ante la vida deja de ser reacción para pasar a mera acción, simplemente maduramos…

La madurez es aquella edad en que uno ya no se deja engañar por sí mismo. Ralph Waldo Emerson

 

Cada suceso en la vida tiene un principio y un final, nada resulta eterno más que la vida misma, de allí que nunca seamos capaces de adivinar cuan felices o cuan infelices podemos ser, siempre existe una sorpresa, un nuevo día, un amanecer, un sabio consejo que dar o recibir, un pensamiento sensato y lleno de amor y armonía.

No importan los daños que estén grabados en tu vida, son parte de quien eres hoy día, de tu ser, de tu pensamiento y de tu realidad, valora tus daños, suma esa sabiduría a tus años y siempre, ante cualquier circunstancia, valora tu vida.

 

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