RINCÓN del TIBET

Lo que más odias es lo que más niegas de ti mismo

Lo que más odias es lo que más niegas de ti mismo

Paradójicamente nos encontramos en una escuela llamada vida, que nos presenta las lecciones de manera frontal y la mayoría de las veces hacemos lo que esté a nuestro alcance por evadirlas. Una de ellas es vernos reflejados en los que nos rodean como si efectivamente tuviésemos un espejo en frente.

Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte. ― Julio Cortázar

 

Muchas veces no nos tomamos el tiempo en evaluarnos nosotros mismos, andamos por la vida sin conocernos y eso no nos permite darnos cuenta de que todo lo que nos ocurre nos da la oportunidad de aprender algo nuevo, de descubrirnos, de mejorar.

Perdemos energías rechazando en otros aquello que nos molesta, que nos lastima, que nos genera incomodidad, sin darnos cuenta de que justamente en aquello en lo que fijamos nuestra atención es lo que llevamos dentro en nosotros y debemos revisar, mejorar o potenciar. Esto ocurre tanto para las cosas negativas, como para las positivas.

Eso que odiamos en otra persona, puede ser la prepotencia, la falta de humildad, el egoísmo, la terquedad, etc… nos afecta, porque es un factor que debemos revisar en nosotros de forma honesta. Si no fuese así no nos haría click. Por el contrario lo que amamos y admiramos en otros, las cualidades y los valores como la responsabilidad, la fidelidad, el compromiso, las ganas, etc, son el reflejo de las cosas que debemos potenciar en nuestro interior y al sentirnos atraídos por estas personas inconscientemente vemos la potencialidad de demostrar y explotar más esto que nos maravilla.

Las relaciones interpersonales son uno de los recursos más valiosos que tenemos para superarnos. Solo que muchas veces pasamos desapercibidas las señales y cometemos el error de juzgar y criticar a los otros en vez de mirar de forma automática hacia nuestro interior para corregir ese tipo de actitud en nosotros mimos, una vez aceptadas, no habrá más rechazo.

Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mí mismo. Deepak Chopra

No niegues tu lado oscuro, mientras más quieras taparlo, más se proyectará en la materialización de tu mundo. Todo es un equilibrio, mientras aceptes lo que eres, mientras ilumines tu ser, tendrás más alcance a no resistirte a lo que te genera incomodidad. De hecho al aceptarlo en ti, será poco frecuente que te moleste algo en alguien más.

Saca provecho de tus relaciones, no reacciones de forma inadecuada ate lo que te molesta, más bien siéntete agradecido de que te está mostrando algo que debes trabajar dentro de ti y debes aceptar para no seguirlo atrayendo para que puedas crecer.

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