La tensión es quien crees que deberías ser, la relajación es quien eres…
La mayoría de las tensiones, las preocupaciones, las angustias y los pesares de nuestra vida, si bien pueden tener motivos completamente válidos, están grandemente influenciadas por nuestra actitud ante las cosas y por la manera en la que hacemos frente a nuestra propia vida.
Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos. Nicolás Maquiavelo
Pretender ser quienes no somos, es vivir la vida con tensión por querer llenar las expectativas de los demás, conforme a las exigencias de una sociedad que nos rodea y que vive completamente insatisfecha de lo que obtiene día a día, únicamente deriva en una tensión tan aguda, que incluso puede repercutir en nuestro organismo y en nuestra salud mental.
Cuando te centras en el presente y atiendes únicamente el instante y el momento en el que vives, dejas de lado la tensión que genera la falsa ilusión de vivir en el futuro, preocupados por quienes deberíamos ser o por lo que deberíamos tener o dónde deberíamos estar, de tal manera que olvidamos quiénes somos, qué tenemos y dónde estamos y de entregarnos a la relajación de vivir en el ahora.
Confiad en los que se esfuerzan por ser amados; dudad de los que sólo procuran parecer amables. Giacomo Leopardi
Cuando tenemos la capacidad de aceptar, de transformar aquello que podemos y de vivir plenamente conforme a lo que somos, entonces esa tensión innecesaria que afecta nuestro cuerpo, nuestra vida, desaparece, pues nuestro ego queda desplegado hacia un espacio en el cual ya no es importante, porque hemos comprendido que la esencia de nuestra vida está en el momento presente, justo en donde lo estamos viviendo.
Muchas veces perdemos grandes oportunidades en nuestra vida, por no darnos cuenta de su verdadero valor, por estar ocupados de dónde deberíamos estar o simplemente por sentirnos insatisfechos con lo que estamos viviendo y porque no creemos que sea suficiente. No nos percatamos de que las oportunidades llegan en el preciso momento en el cual deben aparecer y es menester saber aprovecharlas, sin quejarnos, sin llenarnos de dudas y de temores inútiles que simplemente desvirtúan nuestro presente.
Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios.
Rainer María Rilke
Por más que queramos hallar culpables y responsables en nuestro entorno, es necesario tener la voluntad y la entereza de aceptar que todo parte de nosotros, que todo proviene de nuestro interior y de nuestro ser, de esa conexión que hemos logrado establecer con nosotros mismos, de esa seguridad que nos da el conocernos. De lo contrario, viviremos sumergidos en la frustración de no poder cumplir a cabalidad con las exigencias de los demás y de no poder mantener por largo tiempo, esa apariencia que de alguna manera nos otorga seguridad al poder ser aceptados y encajar en lo que los demás esperan.
No hay mayor libertad que el ser uno mismo, no hay mayor felicidad que reconocerse tal y cual se es, no hay mayor relajación que mostrarte como eres verdaderamente, sin caretas, sin apariencias y sin egos inútiles…
Por: Marvi Martínez