La indefensión aprendida: una realidad de las personas maltratadas
¿Sabes qué es la indefensión aprendida? Te ponemos un ejemplo muy fácil con respecto a los animales. ¿Por qué un perro que ha sido maltratado hasta la saciedad, cuando le dan la oportunidad de escapar no lo hace? No es porque sea fiel, no es que aún quiera a su dueño, simplemente ha aprendido a ser indefenso, ha asimilado que solo existe esta posibilidad.
Lo mismo le ocurre a las víctimas de los malos tratos que, en vez de hacerse más fuertes, se vuelven más débiles. Aprenden a vivir la vida con indefensión. Por eso, muchas personas víctimas de los malos tratos defienden a sus pareja o, incluso, aceptan esto como un estilo de vida. ¡Tan solo algunas! Han aprendido a ser indefensas.
La resignación es un suicidio cotidiano
La indefensión en víctimas de la violencia
Cuando una persona ha caído en las garras de la indefensión aprendida, se vuelve sumisa. Sumisa para aceptar todo lo que le está ocurriendo, sumisa para aceptarlo y sumisa para no hacer nada al respecto. Las víctimas de la violencia en un principio huyen o evaden a la persona agresora. Con el tiempo aprenden diversas estrategias que hacen que puedan evitar esa violencia.
Estas estrategias van desde complacer a la persona agresora, hasta hacer lo que ella quiere… ¡Qué ironía! En vez de seguir enfrentándonos para salir de esa situación que nadie querría vivir en su vida, aprendemos a volvernos indefensos, evitando así que esa situación desagradable se vuelva a producir.
Consecuentemente, vivimos con miedo. Nos volvemos sumisos, mucho más cautelosos y siempre pendientes de la persona que puede levantarnos la mano. Esta es una situación en la que el estrés y la ansiedad están continuamente presentes. Pero, porque lo permitimos, ¿verdad?
Está claro que vamos a tener miedo, pero también puedes aprovecharte de esa indefensión que estás mostrando para buscar ayuda. La persona agresora no sabrá que estás luchando contra la situación que estás viviendo de una forma “indirecta”. Lo peor de todo esto, es que una vez que aprender a ser indefenso, lo aceptas de tal manera que ni se te pasa por la mente salir de este estado. Aquí nos encontramos con la verdadera infelicidad.
Señales que indican la indefensión aprendida
En muchas ocasiones nos sorprendemos cuando alguien de nuestro entorno o de nuestro alrededor sufre malos tratos. ¡No parecía que estuviese triste! Pero… ¡si todo iba bien! Las personas saben disimular muy bien sus emociones y otras saben, perfectamente, cerrar los ojos ante una evidente realidad.
Es por esto por lo que es necesario que aprendas qué señales indican que una persona a aprendido esta especie de indefensión y, por lo tanto, es víctima de malos tratos. ¡Abre los ojos! Puede ayudarte incluso a ti mismo si algunas de estas señales las presentas tú. Es el momento de hacer un poco de autocrítica:
- La presencia de un patrón de violencia: esto muestra un claro ciclo de violencia con su momento de tensión, su episodio grave de agresión y su posterior arrepentimiento cariñoso.
- El abuso sexual hacia la mujer o hacia el hombre, dependiendo del caso.
- Los celos, la presencia de intromisión e intento de aislar a la otra persona.
- Los malos tratos psicológicos: algo difícil de apreciar, a menos que prestemos atención, que se presenta con degradaciones verbales, amenazas, negación de facultades, aislamiento, indulgencia ocasional…
- Presencia de comportamientos violentos hacia otras personas, como niños. Incluso, en ocasiones, ¡a mascotas!
- Abuso de alcohol y drogas.
Todas estas señales muestran que hay una clara presencia de maltrato, que puede ser psicológico, físico o ambos. Por eso, debemos abrir los ojos. A veces, las señales no son claras, pero en varias ocasiones la personas maltratadora no se molesta ni tan siquiera en ocultarlas. ¡Atentos!
Desaprendiendo la indefensión aprendida
¿Se puede salir de este tipo de indefensión? La respuesta es que sí, el problema es que a pesar de la ayuda la última palabra la va a tener la persona que está sufriendo este tipo de indefensión. Solo ella es la que debe dar el paso para salir de este bucle en el que se ha visto sumergida.
Es importante mencionar que, aunque haya muchas más mujeres víctimas de malos tratos, tanto hombres como mujeres pueden ser víctimas de maltrato físico y psicológico. Incluso los niños y las niñas o mascotas. Es por esto por lo que debemos aprender a identificar a las personas maltratadoras y aprender cómo proceder ante ellas.
El maltrato silente, el que no se acompaña de palizas, sino de silencios, miradas, reproches… te hunde hasta lo más profundo, te anula, te humilla… y lo peor, nadie se da cuenta
-María José Moreno-
Nunca está de más recordar que los profesionales en psicología pueden ejercer una ayuda importante. Eso sí, tú tienes la última palabra y el poder para decidir si sigues en esa vida tan infeliz que tú permites o salir de ella. Quizás creas que no tienes opción, pero siempre la hay. Busca ayuda…