La humanidad es un derecho que supera cualquier sentimiento oscuro…
Defender los derechos humanos, es un don de pocos, al menos desde la sinceridad, sin embargo, muchas personas hoy día han experimentado esa necesidad de renacer en la defensa de su propia naturaleza, de su ser y de todos los seres humanos.
Independientemente de la connotación que le demos a los derechos humanos, simplemente la humanidad es un derecho, no estamos obligados a ser seres humanos indolentes, escuetos, obligados a permanecer en silencio ante las injusticias, los abusos y la intolerancia de una parte de la humanidad, que por fortuna, hoy día no es la mayoría.
Negar a la gente sus derechos humanos es desafiar su propia humanidad. Nelson Mandela
La humanidad se ha levantado, desde sus cenizas ha renacido, presiente y siente la entera necesidad de defender sus derechos, de unirse en pensamiento y de armonizar su vida en amor al resto del mundo, de allí tantos movimientos a nivel mundial en pro de escuchar, atentos a lo que pasa en el mundo, de lo que viven los pueblos, de lo que son las sociedades, pero especialmente, atentos a aquellos hechos, sucesos y movimientos, que atentan contra la libertad del ser humano, contra la libertad de ser, de amar y de trascender la oscuridad a la que se someten muchas personas que olvidan razonar y mantener viva su conciencia.
Podemos ser parte de muchas cosas en la vida, actuar como protagonistas o pasar desapercibidos, ser parciales o imparciales, objetivos o subjetivos, pero jamás podremos escapar a un derecho único y universal, como lo es el derecho a la humanidad, a defender la luz que nos une y que nos enaltece, en contra de la oscuridad que invade los corazones.
Los derechos de todos los hombres son disminuidos cuando los derechos de un hombre son amenazados. John F. Kennedy
Muchas veces podemos pensar, que la lucha en defensa de aquello que nos corresponde, que es nuestro derecho, es una pérdida de tiempo, que no llegará esa voz a ningún lugar y que únicamente es tiempo desperdiciado, sin embargo, con solo mirar hondo y tomarse ciertos instantes para investigar, nos daremos cuenta que los grandes cambios obedecen a grandes razones, que los seres que se han consagrado a la defensa de los derechos de la humanidad, han sido un grano de arena en un inmenso mar, pero indudablemente no han estado solos, han sido la chispa, la luz de esa vela que se reproduce rápidamente.
Nos enfrentamos a una juventud avasallante, transformadora y que participa de todo en este mundo, jóvenes llenos de ideas, luchas y clamores de justicia, que han sido testigos de la historia humana y que de alguna manera están convictos, de que la oscuridad podrá causar muchos estragos, pero no es eterna, de que la injusticia se hace presente, pero tarde o temprano es alcanzada por el largo brazo de la justicia y especialmente, jóvenes que no requieren mayor instrucción, para darse cuenta que están vivos y que es menester defender la humanidad.
Da a todo ser humano cada derecho que reclamas para ti mismo. Robert G. Ingersoll
Mira siempre a tu alrededor, recuerda que eres parte de este mundo, que tienes derechos y deberes, que estás vivo y que tu humanidad te pertenece…lucha por ella.