Huyendo de las emociones
Hemos vivido relaciones que nos han hecho felices, otras han sido terriblemente dolorosas, otras tormentosas… Todo ello nos ha llevado a pensar y a cuestionarnos qué es realmente el amor. ¿Es algo que de verdad existe? ¿Es algo que solo recreamos en nuestra mente?
Dependencias emocionales, carencias afectivas… todo ello nos lleva a crear en nosotros emociones que son tan solo eso, creaciones nuestras, ilusiones que en verdad nos creemos, pero que no existen realmente.
Es por todo que en ocasiones empezamos a huir de las emociones, sumergiéndonos en relaciones cuyos sentimientos se encuentran apartados… Pero, ¿cuánto puede durar eso?
Eres un universo único, lleno de emociones, pensamientos, sensaciones, deseos, sueños, aspiraciones, que solo esperan tu permiso para liberarse
Relaciones vacías
Actualmente, están a la orden del día términos como “follaamigos” o “amigos con derecho a roce” entre muchos otros que no hacen más que reflejar relaciones vacías de sentimientos, al menos, amorosos.
La diversidad de relaciones que hay hoy en día nos enriquece, pero al mismo tiempo nos hace sentirnos vacíos llegado el momento.
¿Cuántas relaciones en las que los sentimientos eran apartados han acabado bien? Las personas que las han vivido te dicen que nunca terminan bien, porque al final uno de los dos se acaba enamorando, ¿o se creerá enamorado?
Cada vez nos cuesta, a muchos, creer más en el concepto de relación y ello nos hace plantearnos realmente qué es el amor y qué es una pareja.
Nacemos con unas ideas preconcebidas que nos dirigen, hasta que llega el momento en que nos paramos a pensar en si realmente estamos siendo felices o estamos siguiendo las pautas que la sociedad espera que sigamos.
Salirnos de esas pautas nos hace libres y, también, hace posible que encontremos la felicidad de forma mucho más fácil. Pero también nos hace sentirnos perdidos.
Los sentimientos y las emociones son el lenguaje universal que debe ser honrado. Son la expresión auténtica de quienes somos
No queremos sentirnos solos, no queremos sentirnos vacíos. Pero, contrariamente, no encontramos las palabras necesarias en el momento de intentar mostrar o describir nuestros sentimientos.
Somos seres emocionales
Somos seres emocionales y eso debemos aceptarlo. Huir de nuestras emociones, intentar aplacar nuestros sentimientos, es algo antinatural. ¿Por qué huimos entonces de ellos?
La respuesta en muy sencilla. Huimos de nuestras emociones y de nuestros sentimientos porque en ocasiones duelen. Duelen tanto que no podemos con ellos, duelen tanto que nos destrozan por dentro.
Los sentimientos son la cosa más maravillosa, pero también la más destructiva. Piensa en las veces que has tenido que recomponer tus pedacitos. Seguro que han sido más de una.
Lo positivo de todo esto, es que siempre aprendemos de cada etapa de dolor. Mucho más que de cada etapa de felicidad. Gracias a esas etapas de dolor podemos aprender, podemos recomponernos y ser nuevas personas.
Elevamos murallas que impiden que nos hagan daño, negamos lo obvio, amamos pero lo negamos hasta la saciedad, escondemos lo que sentimos protegiéndonos a la par que nos hacemos daño a nosotros mismos.
Amar pero negarlo hasta lo incansable, porque eso implica un riesgo demasiado alto para aquel que teme no poder ser amado por quien es, por quien dice ser, por quien quiere ser
Las nuevas relaciones que mantenemos son un mero consumo, relaciones que se consumen y que cuando llegan los sentimientos nos alejamos.
Relaciones que duelen igualmente, aunque cerremos los ojos a ello. Relaciones de usar y tirar que nos afectan aunque no queramos verlo. Relaciones que, llegado el momento, nos marcan de cerca y de lejos.
Debemos aprender a ser valientes. Tarde o temprano querrás derribar esa muralla a tu alrededor, te dará igual ser lastimado de nuevo, porque tener esa muralla a tu alrededor cansa, agota, harta…
Querrás volver a sentir, querrás volver a estar al borde de ese precipicio en el que no sabes si alguien te agarrará por detrás o te soltará. Pero desearás correr ese riesgo.
Huir, huir y huir agota… No podemos estar huyendo toda nuestra vida y menos de algo que es innato a nosotros. Acepta tus emociones, porque las tienes y no puedes ignorarlas. Asúmelas. Ellas te darán buenos y también malos momentos.
Usar y tirar. Amar sin amar