¿Existe el efecto Lucifer?… ¿podemos tener todos la esencia de la maldad?…
De alguna manera no logramos llegar a conocernos a cabalidad, siempre nos queda la duda de las posibles reacciones que tendríamos ante determinadas situaciones, incluso muchas veces accionamos de manera desconcertante y frente a otros escenarios fluyen nuestras más profundas pasiones, dominan nuestros instintos y nuestros deseos salen a la superficie de manera sorprendente.
El caso es, que difícilmente podemos tener la certeza de nuestra reacción frente a algo que no hemos experimentado, por ejemplo una situación de peligro inminente para nuestra vida. Pues resulta que hace ya 45 años, en la Facultad de Psicología de Stanford, se realizó un experimento que cuestionó las redes sociales, la maldad y los roles de cada persona en una sociedad ¿Nos comportamos de acuerdo con el rol que tenemos asignado?
El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad. Ludwig van Beethoven
En este experimento se cuestionaba la influencia de un entorno extremo en la vida de un preso y cómo cambia su comportamiento cuanto más tiempo tiene encerrado. El psicólogo Philip Zimbardo fue el encargado de realizar el controversial experimento de psicología social y sus estudios de comportamiento tenían la ambición de entender los conflictos en las prisiones, en las que, tanto prisioneros como carceleros asumen roles.
El primer día fue normal y tanto reos como carceleros fueron amables, pero al segundo, los prisioneros hicieron un motín y los guardias sacrificaron su tiempo libre para controlar la situación, llegando a asumir actitudes inhumanas frente a los prisioneros y enalteciendo su rol de carceleros. El experimento tuvo que acabarse 6 días después de empezar después de la visita de una estudiante que aseguró que la ética y la moralidad de todo lo que ahí ocurría parecían salirse de los límites de lo permitido.
Es más difícil no hacer mal que hacer bien. Concepción Arenal
Esto comprobó que la maldad no se encasilla en un tipo de personas en específico, la gran mayoría parece sucumbir ante la crueldad, adormecer la razón y engañar a la moral, así nació el postulado de Zimbardo “es posible inducir, seducir e iniciar a buenas personas para que acaben actuando con maldad”.
El efecto lucifer nos habla sobre esto, retomando las teorías de Zimbardo, aseguran que, con una influencia apropiada, alguien puede abandonar su ética y contribuir con la violencia y opresión, ya sea de manera directa o por inacción.
Cuando los hombres quieren obrar mal, invocan siempre la conciencia y el honor. Carlos I
Es menester tener la lucidez y la voluntad para dominar nuestros instintos, convivimos con todos y cada uno de ellos y la maldad acechará cada espacio y cada rincón del planeta, sin embargo, más allá de las creencias y filosofías de cada persona en el mundo, es claro que siempre tendremos el libre albedrío y no podemos culpar a nada externo ni maravilloso de nuestras acciones. Somos responsables de lo que elegimos en nuestro camino, así como de lo que dejamos, y ante cualquier situación en la vida que despierte en nosotros ese deseo aparente de maldad o de deseos confusos, necesario es vencer siempre a la oscuridad con simple luz.
Somos luz, esencia y majestuosidad, la intolerancia y la oscuridad puede pretender hacerse presente, sin embargo, hay algo que nadie jamás podrá quitarnos…y esto es nuestra raíz principio y fin, que es la maravillosa ley del amor.