Esta vida es muy corta, decide con el corazón
Hoy te invito a hacer este ejercicio:
Imagina por un momento que una puerta de un carro ha pisado tu mano, el dolor es tan intenso que acudes a centro hospitalario, estando allí te hacen todos los exámenes y ejecutan todos los procedimientos que amerita el caso y resulta que no solo tienes fracturadas dos de tus falanges, sino que tienes un cáncer en estado terminal, no hay nada que hacer.
Solo imagina tu primer pensamiento: Me voy a morir pronto! Esto es todo.
Piensa en cómo has vivido tu vida hasta el momento de la noticia, cómo has despertado cada día, qué has apreciado, cuántas personas que quieres y te quieren dejarás en este mundo, qué has dado, tus hijos son pequeños aún, les has dicho cuánto los amas? Cuánto tiempo invertiste en un trabajo que no te gustaba y que ni siquiera te remuneraba suficiente, cuántos viajes postergaste por no tener tiempo?… Ahora sí no tienes tiempo… qué vas a hacer con lo que te queda de vida? Vas a seguir haciendo lo que hasta ahora has hecho o te gustaría vivir de otra forma tus últimos días?
Probablemente desees hacer ajustes de cómo vienes llevando tu vida, quizás ahora la familia o tú mismo tengan un papel protagónico, quizás aún hay tiempo para conocer esa hermosa ciudad que solo en fotos pudimos disfrutar…
Afortunadamente esto ha sido solo un ejercicio (para la mayoría), y está claro el mensaje que se quiere transmitir, cómo estás viviendo tu vida, no es necesario tener una enfermedad terminal para crear un punto de inflexión, todos vamos a morir en algún momento, nuestro paso por este mundo es corto y probablemente no le estemos sacando el mayor provecho.
Decidir con el corazón es darle prioridad a lo que realmente lo merece, no dejes que terceras personas te roben tu paz, procura el bien de los demás, asegúrate de que estás disfrutando, porque si lo estás haciendo quizás no importa tanto para dónde vas, porque cuando decides con el corazón, se disfruta, y muy probablemente estamos en el camino “correcto”.
La muerte está allí, potencialmente latente en cada respiro, somos vulnerables ante ella, aún gozando de buena salud, no esperemos estar cerca de ella para hacer ajustes, porque quizás no tengamos ni siquiera esa oportunidad, es momento de que empecemos a decidir con el corazón.
“Carpe Diem (aprovecha el día presente). Palabras que nos recuerdan que la vida es corta y debemos apresurarnos a gozar de ella.”
―Horacio
Vive con el corazón abierto para apreciar las maravillas del mundo, agradece el hecho de tener este momento para hacer lo que quieras, agradece cada aprendizaje, cada persona que se cruza en tu camino. Puede que nos quede mucho o poco tiempo acá, pero mientras estemos, SEAMOS, con toda la magnificencia que se nos ha dado con el don de la vida.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet