RINCÓN del TIBET

Escucha los dolores físicos de tu cuerpo

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Escucha los dolores físicos de tu cuerpo

Cualquier manifestación de dolores en nuestro cuerpo son llamados de atención que nos envía nuestra alma para generar cambios, no son castigos, son alertas, son maneras de decirnos que algo no estamos haciendo coherente con nuestro bienestar.

Puede ser que estemos tomando rutas poco convenientes, puede ser que no estemos estableciendo límites sanos en nuestras vidas y la influencia de otros en ella, puede ser que nos hemos descuidado, puede ser que no sabemos expresar lo que sentimos, puede ser que nos estamos aferrando a algo que emocionalmente duele… En fin, esto puede tener muchas connotaciones, pero calmar los dolores físico a través de agentes externos, solo representará un paliativo.

Solo cuando miramos adentro tenemos oportunidad de sanar desde allí, notemos que decimos sanar y no curar, la curación de los dolores podemos entenderla como la ruta a un estado de normalidad físico, mientras que la sanación de los dolores es el proceso de transformación interior que nos permite alejar las alertas que manifiesta nuestro cuerpo.

Estamos acostumbrados a acudir a un especialista de la salud física para que aborde nuestros dolores, lo silenciamos, pero no erradicamos el problema, si no logramos liberarnos de la carga emocional, los inconvenientes de salud seguirán diciendo presente y quizás y lastimosamente de manera cada vez más intensa.

Si te mando un mensaje de texto y no lo lees, si te escribo por redes y me bloqueas, si te llamo y desvías mi llamada, y yo realmente necesito darte un mensaje, y no me daré por vencida hasta que lo que haga, lo más probable es que llegue a donde estés y así tenga que agarrarte a la fuerza, sentarte y amarrarte mientras te hablo, lo haré. Imaginemos que así funciona nuestra relación alma, cuerpo y mente, pero de manera más sublime.

De nada nos sirve tomar un analgésico de entrada a menos que en paralelo ya estemos tratando de resolver o descifrar el mensaje, no se quiere decir que no debamos acudir a un médico para tratar cualquier dolencia o enfermedad, solo queremos dejar claro que la raíz del problema no está en el cuerpo, él solo está manifestándose para que decidamos cambiar, sanar, vivir diferente.

Lo ideal es viajar en este camino ligeros de equipaje, las culpas, los rencores, los miedos, la sensación de que nos merecemos poco, nos hacen mucho peso. Es por ello que recomendamos ante cualquier dolencia soltar, ¿por dónde empezamos? Por todos los pensamientos que nos generen incomodidad física.

Cuando pensamos que algo nos saldrá mal, cuando pensamos mal de alguien, cuando nos sentimos incapaces, cuando dejamos que el miedo nos domine y decida por nosotros, cuando pensamos en vengarnos o cuando insultamos a alguien, no nos sentimos bien, no nos sentimos en paz, nuestro cuerpo siente el malestar, así que ¡aquí está la clave! Debemos partir cambiando lo que nos produce emociones negativas y básicamente la solución a todos nuestros conflictos son:

Aceptar, perdonar y dejar ir… No es tan sencillo, pero con la práctica se vuelve habitual y si lo adoptamos como filosofía de vida, será más fácil mantener nuestra salud y nuestro bienestar integral.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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