El Sentido de Carencia
Desde el momento de nuestro nacimiento, tenemos una sensación de carencia debido a que estamos separados de la Fuente.
Esta separación surge con el “yo separado”, es decir, la identificación con el cuerpo-mente. Debido a esta sensación de carencia, nos sentimos vacíos y nos pasamos el resto de nuestras vidas intentando llenar este vacío-carencia a través de objetos.
Buscamos aliviar nuestra carencia acumulando posesiones materiales, o buscando reconocimiento, o luchando por un puesto elevado en el estatus social.
También buscamos alivio a través de las relaciones amorosas, queremos que la pareja nos ame y nos llene ese vacío que sentimos. Buscamos alivio en los espectáculos, películas, fiestas, etc…
Lo mismo sucede cuando el sentido de carencia es tan agudo hasta el punto en que se transforma en dolor y sufrimiento, entonces buscamos alivio en las enseñanzas espirituales.
Siempre que intentamos aliviar la carencia a través de objetos que están fuera de nosotros mismos, el alivio será temporal. Por un corto espacio de tiempo sentiremos alivio gracias al objeto al cual ponemos nuestra atención, pero cuando el objeto no está con nosotros, entonces vuelve a surgir esa carencia.
La solución no está en los objetos… todo tipo de objetos, incluyendo personas, títulos, profesiones, estudios, adicciones al tabaco o al alcohol o a las drogas, y a las enseñanzas espirituales…
La verdadera solución, sanación, de esta carencia que siente el “yo separado”, está en nuestro interior… Conectando con la Fuente, la Totalidad.
Es de esta manera como podemos sanar este estado de carencia y dejar de sentirnos como “yoes separados”, y sentirnos como Totalidad.
Cuando te sientes como Totalidad, ya no hay necesidad de llenar ningún vacío, ninguna carencia, porque Tú mismo eres la Totalidad misma.