RINCÓN del TIBET

Te enseña a decir NO, el amor incondicional

a decir no

El amor incondicional te enseña a decir NO, cuando tu paz es perturbada

La poca capacidad que tenemos pera decir no, es la causante de muchos de nuestros inconvenientes. Algunas veces se asocia decir no, a no ser una buena persona, a no ser aceptados por quienes nos importan, a ser poco empáticos o bien tememos represalias ante nuestra negativa.

Resulta que estamos en toda libertad, para decir no cuando nuestra paz está en juego, cuando algo nos disgusta, nos perturba, nos hiere o sencillamente va en contra de alguno de nuestros principios, intenciones o nuestra voluntad.

Debemos actuar de forma tal que el respeto hacia los demás predomine, donde no afectemos la tranquilidad o el bienestar de otra persona, respetando sus opiniones, sus acciones, sus ideas, sin juzgar, tratando de comprender y ser lo más empáticos posibles.

De igual manera debemos actuar con nosotros mismos, si hay algo que no encaja en nuestra vida debemos aplicar ese respeto, saber negarnos, para decir no. Esto aplica tanto a personas como a situaciones.

El amor no está relacionado con acceder a todas las peticiones, a decir sí aunque sea algo que de alguna manera nos perjudique. Solo cuando entendemos que ser asertivos en nuestras manifestaciones nos garantiza tranquilidad y nos permite estar alineados con lo que somos es cuando podemos, sin sentirnos culpables, decir no.

Dedícate a velar por tu equilibrio, si sientes que alguna acción no está en concordancia con tu esencia, tienes la posibilidad por derecho y por deber de decir no.

Solo respetándonos a nosotros mismos, entenderemos lo que es respetar a los demás. Solo escuchando nuestras inquietudes y resolviéndolas, seremos capaces de acercarnos a otros y prestarles colaboración sin atentar contra nuestro equilibrio.

Aceptar de igual manera las negativas de las personas que nos rodean ante nuestras peticiones, es una muestra de respeto, aceptar que ellas tienen prioridades que no necesariamente deben estar vinculadas a las nuestras, corresponde al entendimiento de que cada quien está en plena libertad de decidir de acuerdo a lo que considere conveniente.

Decir que no, no nos hace egoístas, decir no a una petición no significa que rechazamos a la persona que la realiza. No tienes que ser servicial, ni obediente para ser aceptado, tendrás mayor aceptación cuando tu autoestima sea el filtro a través del cual decidas aceptar o negarte a cualquier solicitud.

Pretender complacer a todos, solo genera cansancio, desgaste físico y emocional y sobre todo abre una gran distancia entre lo que hacemos y lo que realmente queremos.

No puedo darte la fórmula del éxito, pero si la del fracaso: Trata de complacer a todos. ― Anónimo

 

El amor incondicional debe ser ante todo dirigido a nosotros mismos. Todos tenemos un conjunto de virtudes por las cuales debemos ser apreciados y aceptados, si damos lo mejor de nosotros, no tenemos por qué preocuparnos  al decir no… si esto representa decirnos sí a nosotros mismos.

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