En la vida cometemos errores y sólo tenemos dos opciones de ellos aprendemos y maduramos, o con ellos vivimos toda la vida. Sólo hay que afrontarlos, aceptarlos e incluso saber decir “me equivoqué”, sobre todo, si al cometerlos hacemos daño a quienes están a nuestro alrededor.

 

La vida te enseña a no volver a recaer, tomar la decisión y aprender de ellos,

 

Pero si no lo hacemos y demostramos nuestra inmadurez con los mismos errores o manteniéndolos, las personas se irán alejando más y mas.

La realidad es que cuando nos damos cuenta ya es muy tarde, puesto que así somos y así seguiremos siendo, es natural en la persona, son así o mejor dicho: ¡Somos así!  No aceptamos tan fácilmente nuestros errores.

No podríamos hablar de pecado, fallo, o incluso un simple “es así”… Puesto que debemos aceptar a la gente como es… Aunque deberías alegrarte de no tenerlas cerca, no valen la pena y ellas solas se irán marchitando con la pena de no haber aceptado sus errores, ya que a veces hay que ser un pocosumisos, si me permiten la expresión, y aceptar los errores. De esta forma, las personas de tu alrededor seguirán valorándote como persona.

Todos alguna vez hemos cometido un error y seguro hemos tenido a alguien que nos ha ayudado, nos ha hecho ver que estamos equivocados y ese error, lo hemos corregido, porque no nos beneficia en nuestra convivencia con terceras personas e incluso con nosotros mismos.

 

“LOS ERRORES COMO LAS MENTIRAS, TIENEN LAS PATITAS CORTAS… Y AL FINAL, EL TIEMPO PONE A CADA UNO EN SU SITIO”.