Proverbios de la sabiduría hindú que nos ayudarán a crear armonía en nuestras vidas
El hinduismo no solo se muestra como una de las religiones con un importante número de seguidores, especialmente en la India y en Nepal, sino que se presenta como una filosofía llena de sabiduría que puede ayudar, independientemente de sus creencias a quien se acerque a sus raíces y logre adoptar para sí algo de su sabiduría milenaria, que más allá de las creencias, es adaptable para resolver cualquier conflicto, sencillo o complejo que atravesemos a lo largo de esta experiencia terrenal.
Acá hemos recopilado para llamar a la reflexión algunos proverbios atribuidos a esta sabiduría, con el fin de que cada quien tome para sí alguna que le resulte aplicable o de interés:
- Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas con sus zapatos.
- Cuanto más adversas sean para ti las circunstancias que te rodeen, mejor se manifestará tu poder interior.
- En el camino de la vida podrás transitar por el sendero de la sabiduría. Si de él sales convencido de no saber nada, es que has aprendido mucho.
- La más larga caminata comienza con un paso.
- Cuando las olas se han aquietado y el agua está en calma, entonces se refleja la luz y se puede vislumbrar el fondo.
- La tierra no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos.
- La palabra debe ser vestida como una diosa y elevarse como un pájaro.
- A los ignorantes los aventajan los que leen libros. A estos, los que retienen lo leído. A estos, los que comprenden lo leído. A estos, los que ponen manos a la obra.
- Aquel que reconoce la verdad del cuerpo puede entonces conocer la verdad del universo.
- Yo soñaba que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida es servicio. Serví y vi que el servicio da alegría.
- Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.
- Solo se tiran piedras contra el árbol que da frutos.
- Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más.
- Los objetos externos son incapaces de dar plena felicidad al corazón del hombre.
- El que no duda, nada sabe.
- Creer que un enemigo débil no puede dañarnos es creer que una chispa no puede causar un incendio.
- ¿Qué ve el ciego aunque se le ponga una lámpara en la mano?
- La vejez empieza cuando los recuerdos pesan más que las esperanzas.
- Los ríos hondos corren en silencio, los arroyos son ruidosos.
- Es de hipócritas decir que amamos a la humanidad en su conjunto y odiar a quienes no adoptan nuestros puntos de vista.
- El árbol no niega su sombra ni al leñador.
- Si deseas ser feliz, tienes que desear ver a otros felices también.
- No hay árbol que el viento no haya sacudido.
- Un hombre sólo posee lo que no puede perder en un naufragio.
- El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas.
- El que antes de su muerte ha plantado un árbol, no ha vivido inútilmente.
- Cuando todo está perdido aún queda la esperanza.
- El bien que hicimos la víspera es el que nos trae la felicidad por la mañana.
- Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
- Aprendo mientras vivo.
Esperamos hayan logrado transmitirte algo de sabiduría de esta hermosa filosofía.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet