RINCÓN del TIBET

No vivir de suposiciones nos ahorra muchas lágrimas y mucho tiempo de sufrimiento

No vivir de suposiciones nos ahorra muchas lágrimas y mucho tiempo de sufrimiento

Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos. Buda

 

Generalmente abogamos por ser felices,  conseguir un compañero o compañera de vida que nos de paz, respeto, confianza y nos haga sentir amados. Pero que ocurre cuando empiezan a surgir las inconformidades?

En la mayoría de los casos cuando empiezan a fracturarse las relaciones, sea cual sea su índole, solemos pensar que la otra persona ya no es la misma, está cambiando, algo sucede, ya no siente lo mismo, se perdió  el interés… miles de pensamientos cruzan nuestra mente, pero no está mal que esto suceda, el asunto viene cuando nos quedamos imbuidos en ellos y nos conformamos con las respuestas que fabricó  nuestra mente, en algunos casos para torturarnos y en otros para conformarnos y justificar la continuidad de la situación de sufrimiento que atravesamos.

Esto sucede generalmente porque suponemos. Suponemos todas las razones que hacen actuar al otro de la manera que actúa, suponemos cuál debería ser su reacción si procedemos con indiferencia o con rechazo, suponemos el tiempo en el que la otra persona debería darse cuenta de que algo sucede y pretenda cambiarlo…suponemos, suponemos y suponemos.

Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Juraríamos que es real. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan -nos lo tomamos personalmente-, y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre que hacemos suposiciones, nos buscamos problemas. Miguel Ruiz

 

Entonces antes, durante y después, estamos en un estado de sufrimiento permanente cuando la realidad  presente nos muestra que nada de lo que supusimos ha sucedido. Pasa el tiempo y nos preguntamos por qué no hay respuesta? Es entonces cuando comenzamos a suponer que llegó la hora de tomar decisiones importantes, separarnos, darnos un tiempo, un espacio…y una serie de consecuencias que cuando vamos a la causa nunca fueron aclaradas ni conversadas.

Quizás  no hubiera sido más sencillo o diferente, si simplemente en un comienzo, en lugar de suponer  hubiéramos buscado un espacio para decir a la otra persona como nos sentíamos? Qué pudo haber pasado si en lugar de pretender que la otra persona se diera cuenta de su comportamiento, que también era una suposición, le manifestáramos nuestro malestar ante lo que estábamos suponiendo?…

Comunicarnos con el otro en el momento oportuno abre un camino tan maravilloso de tiempo, de claridad, de visión y de comprensión, que jamás nos dará la suposición, el suponer únicamente  nos deja un tumulto de dudas,  de temores, de resentimientos innecesarios que finalmente aún y cuando la relación logre estabilizarse habrá quedado en nuestra consciencia ese sentir que jamás manifestamos, que no dimos la oportunidad de aclarar y de borrar.

Suponer no es un camino fácil de recorrer, parte de pensamientos imaginarios, nos quita tiempo, nos amarga, nos envenena el alma y opaca nuestro ser de amor, nuestra serenidad, nuestra entereza.

Antes de tomar acciones en base a algo que suponemos, de seguro será mucho más provechoso el optar por la comunicación, haz preguntas, genera acercamientos,  no des por hecho cosas que suceden en tu mente, si resulta que acertaste en lo que pensabas te habrás ahorrado muchísimo  tiempo de tu valiosa existencia y si por el contrario, erraste en tu suposición, probablemente te hayas ahorrado un sin fin de lágrimas innecesarias, libera tu mente de suposiciones!

La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras. Si no comprendes alguna, ten el valor de preguntar hasta clarificarlo todo lo posible, e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular. Una vez escuches la respuesta, no tendrás que hacer suposiciones porque sabrás la verdad. Miguel Ruiz

 

Opta siempre por tu felicidad,  hazlo desde la claridad, anula el falso pensamiento y actúa siempre desde la oportunidad, no sólo a ti mismo sino a quien te acompaña!

 

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