RINCÓN del TIBET

Ser madre es maravilloso, aunque puede ser tortuoso

ser madre

Ser madre es maravilloso, aunque el proceso pueda ser tortuoso

Para nadie es un secreto, los cambios evidentes que atraviesa una mujer cuando decide ser madre, el cuerpo cambia, la mente cambia… la vida cambia.

Ser madre no se mide por lo que dejas atrás al tener un bebé, sino por lo que ganas al hacerlo.

En primer lugar pasas por la incertidumbre de si es positivo o negativo el embarazo, el test dice una cosa y los síntomas otra. Para detectar el embarazo a través de la orina se mide el nivel de gonadotropina coriónica humana (GCH) que tenemos en el cuerpo, esta hormona  solo aparece cuando se está gestando un bebé, sin embargo, en los primeros días de embarazo sus niveles aún son muy bajos y los test no son siempre capaces de identificarlos, así que inicia un misterio de emociones y expectativas.

El parto es la única cita a ciegas en la que puedes estar segura de que conocerás al amor de tu vida.

El tiempo pasa de medirse en meses o años a semanas y días, una forma de percepción temporal que ningún otro ser humano entenderá a no ser que haya estado embarazado anteriormente.

El cambio al ser madre va de la cabeza a los pies, se hinchan, al igual que los tobillos, debido principalmente a la retención de líquidos y, de repente, tus zapatos habituales te resultan incómodos y hasta puede que necesites unos nuevos de una talla más grande, sin contar que el cabello pasa de crecer estrepitosamente a caerse cruelmente, el caso es que nuestra ropa nos comienza a quedar pequeña y la de las tiendas nos resulta inmensa.

Mi cuerpo es increíble porque en algún momento tuvo 2 cabezas, 4 manos, 4 piernas y 2 corazones diferentes latiendo. Soy mamá

Se te olvidan cosas que antes no se te olvidaban, la memoria deja de ser tu aliada y se te olvidan hasta los detalles más mínimos, incluso repasas una y otra vez las ideas, buscando lo que olvidaste recordar.

Los cambios reordenan tus prioridades, el embarazo es una época en la que nuestra mente y nuestro cuerpo están centrados en nuestra salud y la del pequeño que se desarrolla en nuestro interior, por eso muchas veces lo que antes nos preocupaba ya no lo hace y, también, tendemos a aislarnos un poco más, al no sentirnos tan conectadas con lo que al resto de la gente parece importarle tanto.

Todo es como un sueño, desde lo más real hasta las maravillas de las ilusiones, incluso cuando se está embarazada, también se suelen tener más sueños eróticos que de costumbre. Esto ocurre, principalmente, por el nivel de hormonas con el que vivimos en esta época.

Y lo más particular de la elección de ser madre, es que cada quien vive experiencias particulares, incomparables y maravillosas en todos los sentidos…

Por: Marvi Martínez – Rincón del Tibet

Scroll al inicio
Hola! Necesitas ayuda