Espiritualidad

La ruleta de la vida

La vida es una ruleta, da tantas vueltas que sin percatarnos se nos pasa el tiempo pensando en vez de actuar, nos da tanto miedo enfrentar cada reto por temor a qué vamos a conseguir más allá de esa puerta, pero aún así están los osados que se lanzan al abismo sin importar qué pasará ¡Bravo por ellos!

Tomar un riesgo no es malo, malo es arrepentirse de lo que no hiciste por miedo a fracasar, si la vida coloca una situación en tu camino, es de valientes vencer cada obstáculo, no hay otra manera de disfrutarse cada victoria ganada, a pulso, lágrimas, sudor y eso: ¡Sabe divino!

Pregúntate qué quieres hacer con tu vida, si eso te hará feliz, continúa con ese sueño con ese objetivo, y hazlo tuyo, no escatimes en nada, porque no hay nada imposible cuando realmente se desea algo.

Tú eres amo de tus sueños tú decides qué quieres soñar…

Tú eres amo de tus alas y tú eliges hacia dónde quieres volar

Viaja, conoce personas nuevas, sal a divertirte, cambia de trabajo, de rutina, haz cosas totalmente diferentes, que en la variedad está el gusto. Proponte metas a corto plazo, a mediano y a largo plazo y ve tachando cada una de ellas mientras las vayas cumpliendo, quizás no logres cumplirlas todas, pero con que cumplas la mitad ya será suficiente para reforzar el sentido de tu vida.

Si fracasas, no serás la primera, ni la última persona que le pase. Si tu vida no es perfecta tengo una buena noticia para ti: ¡Bienvenido! eres parte de este club en donde sin darnos cuenta todos somos socios, mi vida no es perfecta, ni la del que tengo al lado, tampoco la del que va caminando, ni mucho menos la de los que osan de criticar tus traspiés o no se alegran por tus victorias.

La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.

Sé libre, permítete crear en tu vida de lo malo buenas experiencia y de lo bueno más sabiduría, porque la vida es esto y si no es hoy que la vivimos para mañana será tarde.

Ama profundamente, ríe a carcajadas, llora y saca todo lo que llevas dentro, grita para que te escuchen en el otro lado del mundo, corre duro y sin parar hasta que llegues eso que tanto deseas: ¡La meta! Pero recuerda siempre disfrutar el camino.

Habrá momentos en los que no entiendas por qué pasan las cosas pero tan simple como que “La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla”, disfruta cada segundo, cada minuto del ahora, porque mañana no sabemos qué pasará, sé fuerte y no mires atrás a menos que sea para darte cuenta de lo bien que lo has logrado.