Mientras sigas cambiando tu tiempo por dinero, serás un esclavo de ti mismo
La vida tiene muchas sorpresas, está llena de instantes mágicos y de situaciones ilógicas e irreales, entre ellos está el hecho de que sacrificamos el bienestar de nuestra propia vida para ganar riquezas y posteriormente gastarla tratando de lograr el mínimo bienestar para nosotros mismos.
Lo único que realmente importa es sentir y vivir lo que uno cree, siempre que sea algo más que una simple creencia en el propio bienestar.
Curiosamente, esta incoherencia es prácticamente el factor común en la vida de la humanidad de este terrón, no nos damos cuenta que el bienestar va más allá del papel de la moneda y de cualquier riqueza material que podamos alcanzar en la vida, tristemente cuando nosotros mismos nos percatamos de ello ya hemos recorrido un gran trecho en el camino de la vida.
La vida es un aprendizaje constante y permanente, en cada situación, escenario, vivencias, incluso en cada relación que establecemos en la vida, tenemos un aprendizaje y una moraleja y muchas veces debemos pasar por terribles penas, por pérdidas irreparables y por rupturas muy dolorosas, para darnos cuenta del verdadero valor de las cosas y es que el sentido de la vida, no está en las riquezas materiales, ni en la fama, ni en las posesiones, eso es únicamente alimento para el ego.
Estar contento significa que te das cuenta de que contienes lo que estas buscando.
Cuando entendemos el verdadero sentido y la esencia de la conciencia, nos damos cuenta que no hay posesión que nos puede otorgar bienestar, que es únicamente una falsa seguridad que alimenta nuestra percepción de la vida y es que simplemente, vivimos a través de ese falso yo que nos formamos de nosotros mismos y pretendemos que la riqueza se encuentra en el bienestar, en lugar de disfrutar de esos detalles y de esos pequeños regalos que la vida nos otorga día a día.
No se trata de menospreciar el trabajo y la producción y la virtud que hay en el éxito, esto también se reconoce y el talento es algo que no se puede negar, pues también es un don de la vida, se trata simplemente de priorizar y darnos cuenta en donde se encuentra la verdadera esencia de la existencia y donde radica el verdadero bienestar del ser humano.
El tiempo para relajarte es cuando no tienes tiempo para ello.
Presta atención a tu presente y observa en que estás invirtiendo tu bienestar, que estás sacrificando de ti mismo, a que estás dando mayor importancia y si realmente estás dónde quieres estar y con quienes quieres estar, rodéate de gente positiva, llena tu vida de momentos maravillosos que alimenten tu alma y jamás dejes el amor de un lado, pues elegir el amor como fiel compañero, es un camino certero a la felicidad plena
Por: Marvi Martínez