Los hijos tienen la capacidad de darnos las mayores alegrías y las más profundas tristezas…
La relación que se llega a tener con los hijos aunque no nos comuniquemos de manera directa con ellos, es uno de los vínculos más especiales, más directos y más fuertes del ser humano, ese lazo que existe padres e hijos, independientemente del tipo de relación, es prácticamente irrompible e inquebrantable.
Los hijos tienen la capacidad de darnos las cosas más maravillosas, las alegrías más excitantes, los triunfos, los logros, tocar con las manos y palpar en nuestra alma, aquel amor expansivo, intenso y profundo que el ser humano puede llegar a conocer, pero también a través de ellos, conocemos las tristezas más profundas y el llanto más doloroso.
Entre hombre y hombre no hay gran diferencia. La superioridad consiste en aprovechar las lecciones de la experiencia. Tucídides
Quizá por ello los hijos tengan esta mágica capacidad de llevarnos a conocer nuestros dos extremos y nuestros polos más sorprendentes, tenemos acciones y reacciones hacia ellos que jamás fuimos capaces de expresar y que jamás llegamos a conocer de nosotros mismos, independientemente de cuál sea el motivo que nos mueva, el origen siempre es el mismo y es el amor, porque hasta el odio representa un grado mínimo de expresión del amor que nos vincula con los demás.
Muchas veces desarrollamos relaciones incomprensibles con nuestros hijos, en otras oportunidades se nos hace muy difícil acercarnos a ellos, comprenderlos y comunicarnos, existen etapas en las cuales nos sentimos completamente aislados y distantes, sin embargo, siempre va a ser cierto que los hijos tienen la capacidad de brindarnos las alegrías más maravillosas y las tristezas más profundas y a pesar de todo, nuestro amor por ellos siempre será incondicional.
La experiencia es algo que no consigues hasta justo después de necesitarla. Sir Laurence Olivier
No temas acercarte a tus hijos, no temas enfrentar cada una de esas etapas maravillosas de la crianza y la orientación, pues los padres también estamos obligados a aprender, a experimentar y a tener la capacidad de mantener la entereza ante cada situación que nos toca enfrentar con ellos.
La mejor manera de enfrentar la responsabilidad de ser padres, es aceptar que estamos frente a la vida de seres humanos, individuos que además de ser hijos, se convertirán en padres y la mejor manera e ir guiando este aprendizaje en conjunto y en conciencia.
Saber aprovechar esta capacidad que tienen los hijos, nos enseña a disfrutar el aprendizaje junto a los hijos, a disfrutar de sus ocurrencias, a experimentar la nobleza del amor y a poder lidiar con los ratos difíciles que evidentemente conlleva el ser padres, pues evidentemente no siempre estaremos frente a situaciones maravillosas, pero el amor es el mejor sostén en estos casos.
La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede. Aldous Huxley
Las experiencias que despiertan los hijos, son vivencias inigualables, son aprendizajes vivos y reales, que no aprenderemos en ninguna otra parte, de allí que la sabiduría que otorga la maternidad y la paternidad no puede estar bajo ningún marco ni concepto, es únicamente una vivencia, inigualable e indescriptible.