Historia Tibetana (Entrega 2ª) ..-
Viene de: Historia Tibetana (Entrega 1ª)
Las relaciones con los pueblos de Manchuria, Gorkha y los vecinos británicos:
La influencia manchú no duró mucho tiempo; fue totalmente inefectiva cuando los británicos invadieron brevemente Lhasa y realizaron un tratado bilateral con Tíbet, el Acuerdo de Lhasa, en 1904. A pesar de esta pérdida de influencia, el gobierno imperial en Beijing continuó reclamando alguna soberanía sobre Tíbet, particularmente con respecto a sus relaciones internacionales, autoridad que el gobierno imperial británico apodó “suzeranía” (protectorado) en sus tratos con Beijing y San Petersburgo, Ruisa. Los ejércitos imperiales chinos intentaron reobtener influencia verdadera en 1910 al invadir el país y ocupar Lhasa. Tras la revolución de 1911 en China y la derrota del imperio manchu, las tropas se rindieron al ejército tibetano y fueron repatriados según el acuerdo de paz sino-tibetano.
El Dalai Lama recuperó la total independencia de las tropas manchúes no está sujeta a mayor disputa. Cualesquiera hayan sido los vínculos entre el Dalai Lama y los emperadores manchúes de la Dinastía Qing, estos concluyeron con la caída del imperio y la dinastía. Desde 1911 a 1950, Tíbet evitó exitosamente la influencia extranjera indebida y se comportó en todo aspecto como un estado totalmente independiente.
Tíbet mantuvo relaciones diplomáticas con Nepal, Bután, Bretaña y luego con la India independiente. Las relaciones con china se mantuvieron.
Los chinos tuvieron una guerra fronteriza con Tíbet mientras instaban formalmente a Tíbet a “unirse” a la República China, proclamando al mundo que Tíbet era una de las cinco razas de China. En un esfuerzo por reducir las tensiones sino-tibetanas, los británicos convocaron una conferencia tripartita en Simla en 1913, donde los representantes de los tres estados se reunieron en igualdad de condiciones. Mientras el delegado británico se mantuvo como la contraparte china, Tíbet entró a la conferencia como una “nación independiente sin reconocer ninguna lealtad hacia China”. La conferencia no tuvo éxito, no resolvió las diferencias entre Tíbet y China. Sin embargo, fue significativa para la reafirmación de la amistad anglo-tibetana, concluyendo con acuerdos bilaterales fronterizos y comerciales. En una Declaración Conjunta, Gran Bretaña y Tíbet se unieron no para reconocer la suzeranía china u otros derechos especiales de Tíbet, a menos que China firmara el acuerdo de la Convención de Simla, que habría garantizado mayores fronteras de Tíbet, su integridad territorial y completa autonomía. Sin embargo, China nunca firmó el acuerdo, dejando los términos de la Declaración Conjunta en plena vigencia.
Tíbet manejó sus relaciones internacionales tratando principalmente con las misiones diplomáticas de Inglaterra, China, Nepal y Bután en Lhasa, pero también mediante delegaciones gubernamentales que viajaban al exterior. Cuando India se independizó, la misión británica en Lhasa fue reemplazada por una india. Durante la Segunda Guerra Mundial, Tíbet permaneció neutral a pesar de la combinada presión por parte de Estados Unidos, Gran Bretaña y China para permitir el paso de materias primas por Tíbet.
Tíbet jamás mantuvo relaciones internacionales extensivas, pero aquellos países con los que sí lo hizo, trataban a Tíbet como lo harían con cualquier estado soberano. Su nivel internacional no era distinto, digamos, al de Nepal. Entonces, cuando Nepal postuló a la membresía en las Naciones Unidas en 1949, citó su tratado y relaciones diplomáticas con Tíbet para demostrar su completa personalidad internacional.
Via: La Oficina Tibet New York
Continua en: Historia Tibetana (Entrega 3ª)