Hacer las paces con quienes nos importan, le da paz a nuestro corazón
¿En realidad crees que estás mejor sin esa persona amada con la cual rompiste relaciones?…
Evidentemente en diversas circunstancias debemos tomar decisiones, en muchos casos, no estamos conformes con la acción que debemos asumir o simplemente ocurre que nos vemos obligados a actuar de ciertas maneras, por impulso, por disgusto, por malos entendidos el caso es que algunos escenarios nos obligan a separarnos de quiénes amamos, a distanciarnos, a alejarnos incluso de quiénes no deseamos sacar de nuestra vida, y por eso deseamos hacer las paces con esas personas que son tan importante para nosotros.
Ciertos recuerdos son como amigos comunes, saben hacer reconciliaciones. Marcel Proust
Cualquiera que sea el motivo que nos haya llevado a entrar en antagonismos, vale la pena tomarse el instante de reflexión y poder dejar de lado el orgullo y el prejuicio, y preguntarnos si realmente es lo que deseamos en nuestra vida en torno a esa situación.
En ocasiones, las pérdidas son imposibles de retomar, sin embargo, hacer las paces va más allá de recuperar la relación fracturada, es un proceso interno que es esencial sanar para seguir adelante, para no llevar cargas innecesarias, para permitirnos perdonar, para aprender a tolerar y ser compasivos y especialmente, para entender que en la vida cada segundo vale la pena.
Hacer las paces nos llena de paz, nos hace apreciar el tiempo y las oportunidades, entender que no hay justificación para alejarnos de quiénes amamos y menos aún por elección, que se trata de mero orgullo, de resentimiento, de molestia, ninguna emoción positiva para encontrar la paz en nuestra vida, por el contrario, emociones tóxicas que apagan nuestro brillo y alteran nuestros sentidos.
Volver a empezar desde cero olvidando los agravios es la mejor forma de volver atrás. Anónimo
Hacer las paces nos libera, nos nutre el alma, nos conecta con la esencia humana de amar sin rencor, sin esperar retribución, sin pérdida de tiempo por causa de resentimientos, errar es de humanos, pero mantener el error es una decisión muy poco sabía.
Elegir la reconciliación no es fácil, dar el primer paso tampoco lo es, pero la paz interior parte de eliminar lo tóxico de nuestra vida, desde el amor, la compasión y la oportunidad, no desde el recelo o el resentimiento.
Cuando das el primer paso hacia la reconciliación, demuestras que te importa más esa persona que tu orgullo. Anónimo
Siempre llega el momento de evaluar lo que hemos dejado atrás, lo ideal es continuar con la frente en alto y la mejor disposición ante la vida, sin arrepentimiento, sin lamentos por acciones no tomadas, pues es decisión nuestra dejar entrar, permanecer o salir de nuestra vida a quienes deseamos o no, y si la situación amerita una reconciliación, nunca es demasiado tarde para llevarla a cabo, el sentimiento que da paso a la reconciliación, no se compara con la sensación de paz que enaltece el perdón.
Por: Marvi Martínez