En 10 años vas a querer tener la edad que tienes hoy, para hacer lo que no estás haciendo
La vida pasa muy rápido, muchas cosas las postergamos y otras sencillamente las anulamos de nuestros deseos, por no tener la edad adecuada, que las condiciones no están dadas, no tener la fortuna… en fin, solemos ponernos muchas excusas para no actuar, pero a medida que transcurre el tiempo, con más fuerza nos castiga el arrepentimiento por lo que dejamos de hacer.
Todas nuestras limitaciones son mentales, nos sometemos a nuestros miedos, al miedo al fracaso, a perder lo que hasta ahora tenemos, a arriesgarnos, a que nos dejen, a dejar, a no tener las cosas que deseamos y no sentirnos cómodos… los miedos son los principales limitantes de nuestras vidas.
Observa tu vida, piensa en qué has logrado y piensa con lo que soñabas hacer hace unos años y no actuaste por ponerte una excusa entre donde estabas y a donde querías llegar, ciertamente conseguirás algún reproche por no haber tomado acciones en ese momento.
La idea no es martirizarnos con lo que dejamos de hacer, con lo que pudimos hacer y nos quedamos estáticos o nos dedicamos a hacer otras cosas que no eran las que deseábamos. La idea es tomar acciones ahora, que es en el único momento que podemos, para estar en un futuro donde queremos estar.
Nunca es realmente tarde para tener la ilusión de nuevos proyectos, pero mientras más pronto los llevemos a cabo, si todo ocurre de manera natural, podremos tener mayor tiempo para disfrutarlos. Pero claramente si nunca tomamos la decisión de actuar, nos veremos sometidos a la frustración, a las ganas de volver al pasado y cambiar nuestras acciones, cosa que todos sabemos no es posible y por ello nos puede generar mucha impotencia en nuestras vidas.
Dejemos de lamentarnos por el pasado y centrémonos en lo que queremos a partir de ahora, trabajemos, hagamos un plan, visualicemos cómo nos podremos sentir en algún tiempo luego de haber tomado las acciones adecuadas hoy.
No esperemos a no poder hacer nada, a conformarnos con lo que nos permitimos hacer. La grandeza no es una comparación en relación al tamaño con otro, es con nosotros mismos, lo que nos hace grandes es perseguir nuestros sueños, escribir una historia de vida que nos encante leer cuando ya vayamos a cerrar el libro y por lo general eso sucederá cuando somos valientes y hacemos lo que nuestro corazón nos pide a gritos.