Descubrir una mentira nos coloca frente a muchas otras
¿Te has preguntado si realmente quieres descubrir que te están mintiendo?
Muchos dicen que la mentira es un arte, que para mentir hay que tener experiencia y hasta cierta sabiduría, sin embargo, las mentiras dichas llevan enlazadas muchos otras y a la larga todo cae por su propio peso.
Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa. Alfred Adler
A nadie le gusta que le mientan, está actitud humana, muy común hoy día, conlleva sentimientos, emociones, en la mayoría de los casos termina hiriendo susceptibilidades, pues a nadie le gusta sentirse engañado, burlado, traicionado o subestimado en su inteligencia, las mentiras por pequeñas e inofensivas que sean, cercenan la confianza y esto no puede ser del agrado de nadie.
Cuando se acostumbra a mentir, se debe estar dispuesto a que tarde o temprano se le descubran no una, sino la cadena de mentiras que van atadas una de la otra, pues no se trata de decir varias mentiras a lo largo de la vida, sino de entender que una mentira dicha, solo puede ser sostenida por mil mentiras más.
Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve.
Martin Lutero
Cuando vamos tras una mentira, caen todas las excusas y las justificaciones de piernas cortas que alguna vez nos dijeron, pues resulta un eslabón de una cadena, que aunque queramos saber una cosa específicamente, terminaremos por saberlas todas y más.
Cuando nos proponemos ir tras una mentira, cuando nos sentimos engañados o cuando la desconfianza se suma a nuestra vida, debemos estar preparados y tener la sensatez de ir tras algo justo, no por venganza, no por prejuicios o por querer perjudicar o cobrar a quien suponemos nos lastima. Es menester tener la claridad de que si buscas descubrir una mentira, las descubrirás a todas… y si realmente será beneficioso para nosotros.
Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentiras a medias, de ningún modo es una media verdad. Jean Cocteau
Cuando mentimos, perdemos a grandes personas, la mayoría de las veces por nimiedades, pues lo mismo ocurre cuando descubrimos una mentira, algo en nosotros muere, en lo profundo nos aterra encontrar aquello que tanta energía nos llevó descubrir, perdemos el enfoque y nos quedamos con el vacío de haberlo encontrado todo…
La vida nos enseña a mentir, pero nunca estamos realmente preparados para ser engañados y aunque nos armemos de valor para ir tras el descubrimiento de un engaño, es sabio preguntarse qué se desea realmente, es muchos casos escuchar la intuición y no el ego, nos envía por caminos mucho más acertados.
Por: Marvi Martínez