Cuando nos toca elegir entre lo correcto y lo que realmente deseamos
Quién en su vida no se ha encontrado con esta disyuntiva, entre hacer lo que verdaderamente es correcto y aquello que nos demanda nuestro corazón y nuestros deseos?
En distintos momentos de la vida, bien sea en el amor, en la amistad, en la compra de un bien, o de dar alguna orientación o consejo a alguien que amamos, o cualquier otro escenario, siempre de una u otra manera nos hemos topado con este tipo de situaciones, en las que debemos elegir lo que moralmente es correcto, versus lo que deseamos fervientemente en nuestro interior.
Evitad las decisiones desesperadas; pasará el día más tenebroso si tenéis valor para vivir hasta el día siguiente. William Cowper
Y es que verdaderamente no se trata de una situación de capricho, o de que sencillamente nos dejemos llevar por nuestras pasiones y nuestros instintos, más allá de que muchas de las decisiones en nuestra vida las tomemos de forma impulsiva, existen decisiones que claramente muestran un solo camino a seguir, el cual es el único y correcto, más sin embargo, nuestras emociones y nuestros sentimientos, actuando bajo la influencia de las sensaciones, nos muestran tentativamente otros caminos…
No se trata de juzgar a forzar a nadie a tomar tal o cual decisión, simplemente reflexionar cuando nos encontramos con este escenario, es necesario aclarar la mente, es necesario actuar desde la razón, con todos los sentidos en plenitud y potencia, pero lo más importante de todo, es que cualquiera que sea la decisión que tomemos nos percatemos de no lastimar a nadie, especialmente a nosotros mismos.
¿Quién capitulará más pronto: el que necesita las cosas difíciles o quien se sirve de lo que buenamente pueda hallar? Sócrates
Las decisiones de los caminos que se toman dejándose llevar por la pasión y los instintos, por lo general tienen un recorrido amargo acompañado del sufrimiento propio y del sufrimiento de alguien más, las decisiones que se basan en los placeres, tienen un éxtasis corto y una felicidad efímera, que suele irse de nuestras manos como agua entre los dedos.
Asegurémonos de que somos capaces de sostener las decisiones que estamos tomando y de mantenerlas permanentemente a lo largo del tiempo, afrontando sus consecuencias, esto es lo que suele pasar cuando se toman decisiones correctas, son decisiones que podemos sostener, que podemos desarrollar y que no van en detrimento de nadie.
Son nuestras decisiones las que muestran lo que podemos llegar a ser. Mucho más que nuestras propias habilidades. Joanne Rowling
Actuemos siempre con justicia y basándonos en el principio básico de no hacer a nadie lo que no deseamos que nos hagan a nosotros.
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