Algunas veces vivimos a través de la felicidad de quienes amamos…
Es completamente cierto y conocido, que nadie aprende por cabeza ajena, que cada quien debe vivir, pasar y superar sus propias experiencias, pero también es cierto, que muchas personas somos felices a través de quienes amamos, incluso aunque no estemos en el mejor de nuestros momentos, siempre la alegría de estos seres a quienes amamos, de ese gran amigo, de esa persona cercana nos reconforta.
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. Benjamín Franklin
La presencia de estas personas en nuestra vida, es como bálsamo en nuestro camino, son alicientes que con cada buena noticia que pueden recibir, engrandece nuestro corazón y nos permitimos vivir y llenarnos de alegría a través de sus vivencias y sus logros son los nuestros y lloramos sus tristezas y sentimos, que de alguna manera siempre estaremos allí para ellos.
Vivir en plenitud la alegría de los seres a quienes amamos, es parte de nuestra naturaleza de luz, es parte de ser esos seres especiales que conviven y comparten con sus semejantes, no importa cuáles sean las circunstancias, alegrarnos por una virtud ajena de alguna manera, refleja un logro en nosotros mismos, pues nos permite compartir esa humanidad ese amor y esa belleza del tenernos unos a otros.
La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos. Henry Van Dycke
Más allá de vivir las experiencias de los demás, se trata de percibir la felicidad que otros perciben, alegrarnos por ellas, enorgullecernos, esta es una vivencia que se comprende completamente cuando se es madre, pues las alegrías y las tristezas se viven a través de los hijos, lo mismo puede pasar con las personas a quienes amamos.
Incluso el amor más puro es aquel que no despierta un ápice de envidia, que esa felicidad que sientes por el otro es real, pura y verdadera y puedes vivir su felicidad y disfrutarla cual si fueras tu mismo.
El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sí mismo y muy poco de los otros. Guinon
Tener la oportunidad de alegrarnos por la felicidad de los demás, demuestra parte de nuestra humildad y de nuestra grandeza, de que somos seres puros y sinceros y que somos capaces de compartir la alegría de nuestros semejantes y hacerla nuestra, en el mundo encontramos y vemos de todo, vivir experiencias maravillosas a partir de la felicidad de quienes amamos, es una vivencia extraordinaria que no todos los corazones tienen el placer de vivir.
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