Nuestra energía vital está en un ciclo de carga y descarga permanente. Sin embargo, cuando no tenemos un cuidado especial de ella, podemos vernos en un estado de agotamiento que va más allá de lo físico, simplemente porque estamos permitiendo drenajes que de golpe nos bajan esa energía vital.
Cada uno puede dar testimonio de algo que robe su energía vital y los deje con esa sensación de haber pasado por un exprimidor…
6 Cosas que te roban energía vital
Rodearse de personas que se quejan de manera constante:
Podemos hacer caso omiso durante cierto tiempo, pero someternos a estar cerca de quien siempre encuentra un motivo para quejarse solo nos dejará sin energía. Por el contrario el rodearse de personas especialistas en ver la cara amable del mundo, nos contagia y nos recarga.
Dedicarnos a un trabajo que no nos gusta:
Normalmente pasamos mucho tiempo en nuestro lugar de trabajo, así que lo mínimo que podemos hacer es garantizarnos que sea algo que nos agrada. El tiempo no se recupera y cada minuto que lamentamos el estar en un sitio, deseando estar en otro, es un minuto perdido… Y los trabajos suelen tener ese poder para anclar a las personas, porque las hace dependientes de los beneficios. Pero si no te gusta lo que estás haciendo, busca otra cosa. Mientras más feliz estés, los beneficios económicos serán mayores.
Ser esclavo de la tecnología y redes sociales:
Es una manera sencilla de perdernos la vida real, hay un mundo virtual infinito, que nos acerca a muchas cosas, pero que nos aleja de otra que pueden tener muchísimo más valor. No dejes de ver un amanecer por chatear con alguien, presta atención al camino, mira los ojos de tu hijo cuando te hable… Lo que pasa en el mundo no cambiará mucho de una hora a otra. Haz esperar lo que no deba tener prioridad y atiende lo realmente importante.
Esperar que alguien cambie:
Si no te gusta como es alguien tienes solo dos opciones: lo aceptas, sin lamentarte, sin quejarte, sin incomodarte o te alejas. Cualquier otra cosa es una tortura. La gente no cambia porque alguien más se lo pida, incluso no cambian a sabiendas de que lo pueden hacer mejor… No te quedes esperando por el proceso de otra persona, de seguro ya hay muchos que son como tú quiere, de fábrica, solo tienes que soltar lo que no es, para recibir lo que es.
No saber decir no:
Crucial… Decir no nos ahorra recursos valiosos, especialmente energía. Di no cuando no quieras o no puedas, no estás obligado a nada. Si es un compromiso lo que asumiste, pues velo con la mejor cara y dale la vuelta hasta que sientas que tienes el control de tus acciones al respecto.
No definir objetivos:
Definitivamente debemos vivir el presente, pero siempre debemos tener un norte y asegurarnos de que lo que vivimos hoy se parezca un poco más que ayer, a lo que queremos vivir mañana.
No permitas que nada, en especial tú con tus decisiones, te robe tu energía vital y hazle caso a tu cuerpo, que siempre te mandará señales cuando algo no vaya bien… Escúchate y déjate guiar.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet