La preocupación: el gran destructor de la felicidad
“No anticipes los problemas ni te preocupes por aquello que todavía no ha sucedido. Quédate en la luz.”
Benjamin Franklin
La preocupación es un gran destructor de la felicidad. Esto es algo totalmente improductivo y sin embargo la mayoría de nosotros participamos en ella con gran entusiasmo. Siempre me sorprende oír frases como: “esto es algo por lo que debemos preocuparnos” o “esto se ve realmente preocupante”. Por supuesto, no deberías de preocuparte por nada – siempre hay una mejor opción.
La preocupación viene de vivir en el pasado o (más a menudo) en el futuro. Todos hemos cometido errores, todos hemos hecho las cosas mal. Hemos tomado decisiones insensatas y nos han salido mal. Esto es parte del pasado de todos y no importa que haya sucedido, nada puedes hacer para cambiarlo. Pero podemos aprender de esta experiencia y seguir adelante. Lamentarte y preocuparte por el pasado es un callejón sin salida.
Del mismo modo, nadie conoce el futuro. Nadie puede predecir qué va a pasar mañana y sin embargo gastamos mucho tiempo tratando de hacer exactamente eso y nos preocupamos por todas las cosas que podrían salir mal. Mark Twain escribió: “Yo soy un hombre viejo y he conocido un gran número de problemas, pero la mayoría de ellos nunca han pasado.” Sabía advertencia de hecho.
“Que los pájaros de la preocupación vuelen sobre ti, es algo que no puedes evitar. Pero que construyan nidos en tu cabeza, es algo que puedes prevenir.”
Proverbio chino
La cosa más importante a tener en cuenta aquí (como en todas las demás áreas de la vida) es que tú tienes el control. Tú estás tirando de tus propias cadenas, puedes elegir qué pensar y cómo actuar. Muchas personas no entienden esto, son incapaces de cambiar su forma de pensar y así quedan atrapados en sus propios pensamientos de preocupación y miedo. Es muy común que las personas culpen de su infelicidad al mundo exterior – a otras personas, a las circunstancias, al gobierno, etc.- sin darse cuenta de que los problemas y sus soluciones se encuentran dentro de ellos mismos.
Es cierto que algunas cosas están fuera de nuestro control. Pero estoy convencido de que la felicidad es una elección. Es una decisión que todos cometemos, no importa si tenemos o no conocimiento del mismo. Es posible ser feliz en cualquier situación porque la felicidad es nuestro estado natural.
“La alegría no está en las cosas, sino que está en nosotros”
Richard Wagner
Hay un proverbio chino que dice. “La felicidad se encuentra justo en frente de tus ojos.” No tenemos que adquirir algo para ser feliz. A menudo, pensamos que necesitamos “cosas” para ser feliz: necesitamos dinero, necesitamos un buen trabajo, necesitamos que nuestra familia se comporte de manera diferente, necesitamos cambiar nuestra apariencia. Pero en realidad es al revés. Cuando estamos felices las cosas comienzan a funcionar. Cuando deseamos algo, lo mejor que podemos hacer es ser feliz y estar agradecidos ante la perspectiva de recibir lo que queremos y a no posponer su alegría hasta que ese algo llega.
Una de las maneras más eficaces de encontrar la felicidad es hacer una lista de todas las cosas maravillosas que te han sucedido. Al final del día, basta que veas a través de las cosas que has apreciado durante ese día. Estas pueden ser cosas pequeñas – tal vez alguien te dijo una palabra amable, tal vez te reíste de algo, tal vez te dieron un cumplido o pasaste un tiempo con los amigos. ¿Estás bien? ¿Estás libre de dolor? ¿Has comido? Estas son todas las cosas que tienes que apreciar.
También es importante cultivar el hábito de ver lo bueno en las cosas. Muchos eventos pueden ser interpretados de manera positiva o negativa. ¿Está el vaso medio vacío o medio lleno?
Cada día, trata de desarrollar conciencia de tu pensamiento de manera que puedas darte cuenta de cuando empiezas a preocuparte y toma entonces la decisión de pensar en cosas más productivas. Es difícil al principio pero con la práctica se convertirá en algo habitual.
Toma el compromiso de ser feliz – ¡es la obra más importante de tu vida!