No te aferres a “lo que pudo ser”
Lo que pudo ser, solo vive en nuestra mente, es una ilusión, a la cual muchas veces nos aferramos de forma enfermiza, sobre todo cuando se siente que todas las condiciones estaban dadas para que eso que pudo ser, efectivamente fuese.
Es importante entender qué es lo que está bajo nuestro poder cambiar, y qué cosas no son posibles, sencillamente porque se encuentran fuera de nuestro alcance.
A menudo nuestra mente nos juega malas pasadas aferrándose a pensamientos torturantes de los cuales no se puede sacar ningún tipo de provecha, son inútiles, son estériles. “Pudimos haber sido una pareja feliz, pudimos haber tenido una pareja hermosa, pude haberme ido a estudiar fuera, pude haber tenido tres hijos en lugar de dos, pude haber aceptado la oferta laboral en Francia”. En fin, miles de cosas que pudieron ser y por decisiones y caminos tomados, hoy no son.
Si piensas objetivamente que algunos de tus “pudo ser”, pueden ser sustituidos por “lo que es”, trabaja por ello y no te quedes con la intriga de qué sería de tu vida si hubieses seleccionado ese camino. Pero si por el contrario, piensas (nuevamente objetivamente), que no puedes hacer nada para que eso se materialice, entonces suéltalo! No ganas nada invirtiendo tu energía en algo que no va a cambiar, y sí, es tu energía la que desperdicias en pensamientos, en lágrimas, en oraciones, en promesas, etc…
Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar. Dalai Lama
Si no tomaste la decisión de irte a estudiar fuera y ya no puedes hacerlo, libérate de la carga emocional que te genera imaginarte tu vida en ese país, el reconocimiento obtenido o cualquier otro pensamiento que cruce por tu mente.
Si crees que pudiste haber sido feliz junto a tu pareja y lo que hicieron fue alejarse y ahora son más enemigos que otra cosa… pues piensa que con las herramientas y recursos que tenían para ese momento, eso fue lo mejor que pudieron hacer, libérate de la culpa, tú puedes tener la mejor intención, pero las parejas son un proyecto de dos… y si la otra persona no quiere participar, es totalmente cuesta arriba que concluya siendo lo que esperas.
Vivir con “si hubiese hecho”, “si hubiese dicho”, etc, solo nos limita mentalmente, nos hace sentirnos culpables, más que responsables por nuestras acciones y si lo vemos de una forma inclusive más espiritual:
Todo está como tiene que estar.
Todo lo que vivimos es para nuestro crecimiento, no estamos con alguien por algo, estamos en un país determinado porque favorece nuestro proceso, bajo lecciones fáciles, se aprende poco, todo lo que vivimos nos prepara para mejores experiencias, no te quedes anclado en tu pasado, en cosas potenciales que pudieron ser y menos en la ilusión desgastante de algo que no puedes cambiar.
Confía en el proceso de la vida y no le cierres, por predisposición, los ojos a las oportunidades que se te presentan hoy, ésas sobre las cuales sí tienes control, sí tienes potestad y tienes libertad de acción.
Por: Sara Espejo