Recuerda que muchas veces para empezar una nueva etapa deberás cerrar otra
Si bien es cierto que en nuestras vidas muchos aspectos se solapan, conviven unos con otros sin hacer mayores interferencias, también es cierto que para iniciar una nueva etapa, tendremos que despedirnos de otras.
Las despedidas, el dejar atrás y el comenzar una nueva etapa, son pasos de gran importancia para todos, nos tenemos que realmente armar de valor y entender que los cambios son procesos sanos y sobre todo necesarios en nuestras vidas. Muchas veces nos encontraremos con limitaciones para tomar decisiones, nos sentiremos paralizados o evasivos, y esto solo será una manifestación de nuestros principales miedos:
Miedo al fracaso: Éste es uno de los miedos más comunes, la mayoría siente miedo de que los resultados obtenidos al tomar una decisión no sean los esperados, pero toda decisión y cada paso que damos lleva consigo el riesgo, por lo cual si queremos alcanzar lo que deseamos, debemos acostumbrarnos a actuar a pesar de la presencia del miedo.
Miedo a perder lo que tenemos: Ciertamente a veces tendremos que decirle adiós a lo que tenemos por ir tras algo que nos importa más, quizás debamos dejar a alguien, invertir activos, vender algo, mudarnos de algún sitio para comenzar una nueva etapa con condiciones diferentes, pero démosle la bienvenida a los cambios, son ellos los que nos ubicarán donde debemos estar.
Miedo a lo que piensen los demás: Muchos no reconocen este miedo, pero a muchos les preocupa sobremanera lo que piensen los demás de su vida y sus actuaciones, llegando a quedarse en un solo sitio, con tal de evitar el riesgo de decepcionar o despertar expectativas que no tienen la seguridad de poder cumplir.
Miedo a perder el tiempo: No hay manera de recorrer un camino sin que esto represente una inversión de tiempo, pero pueden tener por seguro que el único tiempo perdido es aquel en el que dejamos de actuar, que nos paralizamos, que nos quedamos a contemplar el pasado y lo que podemos perder, cualquier cosa que nos mantenga en movimiento, generalmente nos generará algo positivo.
Miedo a arrepentirnos: Evidentemente hay un tema de probabilidades y si las cosas nos salen como esperamos o mejor de lo que proyectábamos, nos sentiremos felices, seguros, tranquilos, pero cuando los resultados se desvían, podemos llegar al otro lado y sencillamente pensar que no ha valido la pena, pero de seguro en esa afirmación hemos dejado de lado toda la experiencia y el crecimiento que ese camino aportó.
Miedo al éxito: Aunque suene extraño, muchas personas le tienen miedo al éxito, a llegar a donde quieren. No saben si podrán manejarlo de la mejor manera y se preocupan desde antes de tenerlo si podrán mantenerlo. La experiencia ayuda a disipar estos miedos.
Independientemente de lo que sintamos, no permitamos que los miedos sean quienes decidan por nosotros, si debemos cerrar algunas cosas para comenzar una nueva etapa, el camino que queremos recorrer. Sin miedo y con llave en mano digamos adiós y preparémonos mentalmente para iniciar esa nueva etapa con la seguridad de que lo haremos lo mejor posible, sacaremos todo el provecho disponible y saldremos de allí fortalecidos, enriquecidos y con muchas más herramientas que antes. Dile sí a la vida y a sus cambios.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet