RINCÓN del TIBET

Para manejar el enojo debemos conocer el camino que recorre

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Para manejar el enojo debemos conocer el camino que recorre…

El enojo es una emoción que aparece en nuestra vida muchas veces, por múltiples razones, y no tiene que ser catalogado como destructivo, es hasta necesario, siempre y cuando aprendamos a manejarlo y a evitar que nos domine, lo que pudiera generar consecuencias irreparables.

El enojo, el orgullo y la competencia son nuestros verdaderos enemigos. Dalai Lama

Es importante en principio, darnos cuenta de que estamos enojados. Muchas personas tienen tan adormecida esta emoción, generalmente por cuestiones de creencias, que les resulta difícil detectarla y manejarla. Sugiero que presten atención a molestias corporales, y cuando las detecten revisen si ha pasado “algo molesto” pero no le prestaron atención.

En segundo lugar, debemos preguntarnos ¿Qué me enoja? Pararnos a reflexionar qué es lo que me ha enojado, desde el punto de vista de la situación acontecida, no desde una posición de guerra contra el otro, tratando de ser objetivos y dejar de lado las emociones en torno a la otra persona o a la situación, esto es lo mas idóneo para manejar el enojo.

Con un abrazo, en pocos minutos eliminarás todo el dolor y enojo. John Gray

En tercer lugar, debemos estar conscientes de que al enojarnos, ocurre una descarga física. Cuando nos enojamos segregamos químicos en nuestro organismo, neurotransmisores, que han de ser descargados antes de pasar a la siguiente fase, sino hacemos esta descarga, corremos riesgo de sacarlos a través del tono de voz, descalificación contra el otro, castigo o quedarnos con ellos adentro, siendo campo fértil para somatizaciones, en este sentido descargar con un almohadón (por ejemplo) es una buena terapia.

Cuando estamos enojados, nuestra primera reacción suele ser equivocada. Frases de Rick Warren

A veces esta fase no la podemos hacer en el mismo momento y hemos de postergarla; lo importante es saber que podemos señalar que estamos enojados.

En cuarto lugar, debemos comunicar el enojo. Las tres fases previas son un trabajo individual; recién ahora estamos en disposición de hablar con el otro sobre lo que sentimos y nuestra necesidad de que esta situación no se repita ya que me hace sentir: no tomado en cuenta, valorado, querido, etc. Damos la oportunidad al otro de que sepa qué me pasa en realidad y pueda manejar la situación y no que “imagine o suponga”.

Luego, debemos formular una estrategia para que no se repita. Si tomamos la situación concreta que me ha enojado y no una guerra contra el otro, he de articular alguna estrategia y decírsela al otro para que no se produzca la misma situación. Por ejemplo, si me enoja que alguien llegue tarde a una cita sin aviso, instrumentaré no esperar más de quince minutos; se lo diré al otro para que sepa que tras ese tiempo acordado, yo me iré. A veces la estrategia va acompañada de un pedido hacia el otro; es llegar a un acuerdo conjunto.

Y por último, lo que debemos evitar: el castigo, si queremos un enojo eficaz, debemos evitar llegar a esto, es la necesidad de devolverle al otro el mismo malestar ocasionado. Puede ser en el mismo momento a través de la descalificación, por ejemplo, o dilatado en el tiempo en otra ocasión que no tiene nada que ver… La venganza.

Del enojo podemos aprender, conocernos y manejar nuestras emociones, así que veámoslo como herramientas que debemos saber utilizar.

Por: Marvi Martinez

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