Tarde o temprano cada quien recibe lo que merece
Cada quien tiene lo que merece, es lo seguramente alguna vez en la vida hemos escuchado, y de hecho es así, para bien o para mal, todo lo que nos ocurre en la vida tiene un sentido, una razón, un motivo que no siempre comprendemos a primera vista, únicamente el tiempo nos muestra el porqué de lo ocurrido, pues para muchos afortunados, la vida les da lo que merecen, y a otros de incansables sufrimientos, porque simplemente no todo lo que merecemos en la vida es bueno.
La dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos. Aristóteles
Las decepciones, los sucesos fatales, las pérdidas, todo aquello que nos ocasiona dolor profundo, tiene una razón de ser, nos enseña, nos prepara, nos hace más fuertes o más compasivos, nos muestra lo mejor y lo peor de nosotros mismos, nuestra mayor misión en la vida, conocernos a nosotros mismos para poder aceptar a todos sin prejuicios.
Los éxitos, los logros, los beneficios que la vida nos brinda, que alcanzamos con lucha y perseverancia, nos reconforta y nos sentimos privilegiados, en esto también hay una oportunidad de aprendizaje, de apertura y de expansión, de allí la importancia de invertir nuestro tiempo y logros de la mejor manera posible, especialmente considerando a otros.
Merecer la vida es erguirse vertical más allá del mal, de las caídas. Es igual que darle a la verdad y a nuestra propia libertad la bienvenida. Eladia Blazquez
Aceptar las circunstancias que nos toca vivir, tolerarlas y aprender de ellas, nos da la entereza para transitar cualquier camino, tanto de éxitos como de sufrimiento, pues aunque no lo veamos, la gente exitosa suele estar rodeada de sufrimiento de muchas otras maneras.
No podemos pensar que lo bueno que que nos ocurre es lo que merecemos y lo aparentemente malo es injusto y no lo merecemos, aunque pueda parecer cruel y doloroso, la vida nos enseñará lo que nos toque aprender de cualquier manera, aunque sea a través del dolor y del sufrimiento, porque aunque no nos demos cuenta, el camino a la felicidad verdadera, que se alberga en el interior, no se alcanza fácilmente a través de la felicidad, sin embargo, tiene una sensibilidad y una conexión directa con el sufrimiento.
La pobreza se merece, y la riqueza se adquiere. Y adquirir es muy fácil; merecer es muy difícil. Dario Lemos
Aprende a ver más allá de las situaciones, todo es temporal, nada es para siempre, por lo que extraer lo que debemos de cada suceso en nuestra vida, es el cometido, a fin de cuenta, la vida son solo instantes.
Por: Marvi Martínez – Rincón del Tibet