Muchas veces perdiendo todo hallamos lo que buscamos
A lo largo de la vida buscamos cosas, tanto materiales como emocionales y hasta espirituales, pasamos por todo, creemos y dejamos de creer en indudablemente, sustentamos nuestra vida en una estructura material que nos permita mantener cierta seguridad y una aparente satisfacción.
Los hombres olvidan más fácilmente la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio. Nicolás Maquiavelo
Ocurre entonces que el día menos pensado, enfrentamos calamidades que en el peor de los casos nos dejan sin nada, nos despojan de todo aquello que pensamos es nuestra vida, nuestra estructura se resquebraja, pensamos que nos están desprendiendo de todo aquello que nos pertenece y que tanto nos ha costado…¿qué nos ha costado? ¿Acumular?..
Nos llenamos de aquello que suponemos nos hace felices, nos llena de satisfacción y nos recuerda diariamente que tenemos una buena vida, que somos más o menos exitosos, que somos felices la mayoría de las veces.
Torpe pérdida es la que por negligencia se hace. Séneca
Hasta que aparece ese vacío nuevamente que nos recuerda que algo nos falta, más cosas quizás, más viajes, más amor o un nuevo carro, constantemente buscamos renovar nuestros motivos para seguir adelante con una nueva energía.
Cuando perdemos todo, cuando lo material nos abandona o sufrimos tal decepción que sentimos que todo se viene abajo, pensamos entonces que ya nada vale la pena, que todo está perdido y no nos damos cuenta de cuán importante es verse libre de todas las ataduras superficiales, podemos estar al inicio del encuentro con eso que hemos buscado toda la vida.
He vivido sin sentir desde hace tanto la pérdida que ya no duele; y rutas y reflejos del mundo me dejarán flotando en libertad. Robert Lowell
¿Por qué? Simplemente porque al no tener nada que perder, vale la pena correr cualquier riesgo, no tenemos temor a perder algo más, nos vemos obligados a desistir de las ilusiones materiales que nos mantienen la mente nublada y tenemos que abrir nuestra mente, agotada de lidiar con la pérdida, se hace más sensible a la vida y sus oportunidades.
No debemos temer a los obstáculos de la vida, a la pérdida, a las separaciones, a lo que nos deja ni a lo que llega, todo es para nuestro estudio, para nuestra comprensión y especialmente para apreciar, lo cual pocas veces nos permitimos en la vida.
Perdiendo también se gana dicen por allí, solo basta con estar atentos a lo que realmente deseamos, buscamos y anhelamos y nuestro subconsciente ha dejado atrás y ha opacado con logros, objetos, diversión y relaciones circunstanciales.
Para poder encontrar aquello que buscamos, debemos disponernos q la pérdida total de las ataduras en nuestra vida, de la falsa seguridad que otorga lo material, tener la entereza de hacer frente a lo que buscamos, dentro de nuestro ser, no en lo externo, pues si no identificamos lo que estamos buscando, no podremos correr el velo que nubla nuestra vista.
Atrévete a ver más allá de lo negativo, a esperar, a enfrentar y a desligarte con desinterés de que lo crees te hace feliz, te asombrará lo que puedes encontrar.
Por: Marvi Martínez – Rincón del Tibet