La diferencia entre fluir con la corriente y nadar en contra
Seguramente te ha ocurrido, que buscas incansablemente algo o alguien en tu vida, luchas con perseverancia y justo en ese momento en el cual te das por vencido y eliges fluir con la corriente, simplemente ocurre…aquello que tanto anhelaste, por tanto tiempo fluye, pasivamente y casi con una sonrisa ante nuestros ojos…una oportunidad, ese cargo soñado, un embarazo, el amor de tu vida, ese viaje, una llamada…cualquier situación.
Todo nos interroga y recrimina. Pero nada responde. Nada persiste contra el fluir del día. Al centro de la noche todo acaba y todo recomienza. José Emilio Pacheco
Pasa que algunas veces debemos fluir con la corriente, dejar de nadar en contra, aceptar, resignarnos y dejar que las cosas solo ocurran, ante nuestros ojos, en nuestra vida, curiosamente nos sorprenderá ver como cuando sencillamente aceptamos las cosas tal y cual son, estas comienzan a transformarse, aquellas cosas que perseguimos casi obsesivamente se hacen presentes, esa persona tan esperada, ese momento, esa oportunidad.
La lucha ante la vida es un rasgo de valentía, de entereza y de voluntad, sin embargo, discernir es una facultad que muy pocas veces usamos con conciencia, cuando comprendemos realmente las cosas, desde su causa y no desde sus efectos, podemos tener una mayor claridad para entender lo que está ocurriendo y saber justo cuando debemos parar, dejar de intentar y asumir lo que es y lo que vivimos en el ahora, esta facultad de razonar es una virtud presente en todos los seres humanos, si embargo, somos pocas veces conscientes de ello y nos dejamos conducir por los impulsos y los deseos.
¿Cómo se puede ser propietario del agua en realidad? Siempre fluyendo en el fluir, nunca es la misma, que en el fluir de la vida rastreamos. Porque la vida es un fluir. James Joyce
Dejar que las cosas ocurran, que todo siga su curso, que la corriente fluya sin oponer resistencia, sin enfrentarla, simplemente que nos bañe y nos haga parte de ella, puede llegar a ser una manera muy sabia de enfrentar los obstáculos, de no problematizar las situaciones, sin dramas, sin conflictos, sin mayores angustias, simplemente atención a lo observado y acción ante lo que está sucediendo, no tiene que ser la vida una eterna lucha, cuando tenemos la opción de fluir con ella.
Los obstáculos y las dificultades siempre se harán presentes, de muchas maneras nos obligan a asumir decisiones duras, a tomar caminos dolorosos y a padecer heridas, sin embargo, esto es solo una parte de la vida, no es la totalidad, no tiene que resultarnos todo tan difícil si lo miramos desde una posición más serena, más conforme y más tolerante.
El mundo es tuyo, plásmalo en poemas, la vida es bella, déjala fluir entre tus venas. Nach
Saber identificar cuando detenernos es un punto clave en la vida, pero no hacerlo desde la tristeza del fracaso, sino desde la oportunidad a la causalidad, a la simplicidad, al destino, a lo místico, o como quieran llamarlo, dar paso a lo que realmente debe ocurrir y que muchas veces por estar tan empeñados y sumergidos en lograr lo deseado, no nos permitimos ver lo que realmente debe pasar…
La vida coloca pruebas, tiene muchas maneras de hacernos sabios, de desarrollar nuestras virtudes y de aprender de nuestros defectos, es menester de cada quien dejar que eso ocurra y sacar provecho de ello, fluir con la vida, con sus emociones, con sus desengaños, como un todo, sin partes, sin conflictos, sin frustraciones, simplemente sucesos, oportunidades y aprendizajes, la vida puede llegar a ser realmente distinta para cada quien, si en lugar de hacerla a un lado, nos hacemos parte de ella…