La vida y el amor no son sobre lo que recibes, son sobre lo que das
Para llenar nuestro corazón lo que debemos hacer es compartir el amor que llevamos dentro
Dar y compartir sin lugar a dudas nos llevará sobre el sendero de la felicidad. El amor está dentro de nosotros.
Cuando entregas amor eres como un árbol sobre el que se reparte ese bello sentimiento por cada una de sus ramas, haciéndose así más grande y hermoso. Así es como debemos pensar en el amor, es para dar.
Siempre decimos que para dar amor, debemos empezar por amarnos nosotros mismos, y eso está muy bien, pero… ¿qué pasa cuando das amor y no te dan lo mismo?
Nuestro corazón se resiente, el dolor aparece y sentimos como si todo se secara dentro de nosotros.
Por lo general, tendemos a esperar demasiado de las personas, y al sentir que das mucho más de lo que recibes, te frustras y sientes que todo el amor que diste ha sido desperdiciado, pero no es así.
La persona que da siempre es más feliz que la que recibe, pues sabe que podría volver a dar una y mil veces.
Sin embargo, quien no supo dar estará destinado a vagar por la vida buscando dónde depositar ese poco amor volátil y poco sano que tiene.
No te sientas mal si un día te identificas con esta situación, no has sido tú quien ha fallado, es la otra persona por no haber sabido entregar amor.
No hay amores eternos, hay amores de tiempo completo, ese amor que por voluntad propia se entrega sin necesidad de grandes promesas.
Cuando una persona pura ama lo hace sinceramente, no mide consecuencias, es como tirarse al vacío sin paracaídas, así ama una persona pura –con un amor sano y maduro sin dobleces-.
Si encuentras el amor es mejor darlo con respeto, con sinceridad, con diferentes formas y colores pero sin condiciones.
Sólo se es feliz cuando los lazos que nos unen no se sienten como cadenas, cuando se ama libremente, sin sentirse atado.
No siempre en la vida se logra coincidir con una persona que nos ame tal como nosotros amamos, pero si en tu vida aparece esa persona, ama sin miedos, ama con el compromiso de compartirlo todo sin presiones, sin exigencias, sin hacer tantos esfuerzos para lograr el amor.
Así, el amor llegará suave y se quedará en ti y lo sabrás porque lo sentirás sobre tu corazón, ese que no te engaña.