RINCÓN del TIBET

Existen dos tipos de personas, las que se elevan y las que se inclinan

Existen dos tipos de personas, las que se elevan y las que se inclinan

En el mundo encontramos de todo, diversidad, belleza, atrocidad y espejismos, conocemos personas durante nuestro recorrido por la vida, nos identificamos con ellas, establecemos relaciones y siempre procuramos seguir hacia delante, qué más da, ése es el motivo de la vida, vivir.

Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros o ir por el buen camino. René Descartes

 

Existen personas que pasan su vida buscando el progreso, la bondad, la humildad, la búsqueda de esa conexión con el verdadero ser, con lo real e imperecedero, se convierte en su motivo de vida, son solidarias y son ese tipo de personas con las que resulta muy grato pasar el tiempo, suelen ser comprensivas, risueñas y en muchos casos pueden resultar de gran apoyo ante casi cualquier situación , siempre tendrán una palabra de aliento y son fieles amantes de la justicia y el respeto por los demás.

Por su parte, existen también personas que viven para inclinarse, no por un tema de humildad, más bien por conveniencia, el interés se convierte en su patrón de conducta y suelen agachar la cabeza ante los atropellos hacia los demás, ante las injusticias, ante las situaciones que implican vulnerar a otro, generalmente actúan en búsqueda de las mejores oportunidades a cualquier costo y no es realmente importante para ellas solidarizarse con aquel que no tiene nada para ofrecerle, a menos aparentemente.

Me enseñaron que el camino del progreso no es ni rápido ni fácil. Marie Curie

 

En la vida escogemos a que lado pertenecemos, en que extremo nos colocamos y nadie puede ni decidir por nosotros ni obligarnos a nada, cada pensamiento, cada palabra, cada acción que compartimos con los demás es mera voluntad nuestra, decisión y gusto, no podemos simplemente dejarnos obligar constantemente, así que escogemos si vivimos para elevarnos a para condenarnos a la inclinación.

No es un tema de supremacía o de humildad, la cual no tiene que ver con servilismo, realmente el tener que vivir inclinándose ante los demás, aún y cuando muchos de ellos actúan de manera injusta, es una actitud, es una decisión propia, lo mismo ocurre con las situaciones de la vida en general.

No siempre estaremos en la mejor posición, en ventaja, beneficiados o en una posición segura, nos tocarán momentos duros, difíciles y en los cuales deberemos tomar decisiones certeras y rápidas, toca entonces saber si eres de las personas que se eleva ante las situaciones y los escenarios de la vida, supera los obstáculos, aprende de ellos y trasciende las penas, o simplemente te resulta más cómodo inclinarte ante lo que ocurre, resignarte y darte por vencido.

Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. José Ortega

 

No nos corresponde juzgar a nadie ante las acciones que toma en su propio trayecto, en su vida, en su mundo, pero por amor y por compasión, siempre debemos estar prestos a tener la mejor disposición ante lo que hacemos, sea cual sea nuestra postura en la vida, es de sabios saber que sabio que no ame no existe, que ser cómplices del silencio del abuso y de las injusticias ante los demás es una postura, que una vez que se asume comienza a hacerse costumbre, sacrificarse inclinado ante situaciones intolerables, por un tema de conveniencia, deja mucho que desear, si bien en muchos casos siempre es mejor mantener la distancia y no dejarse llevar por las emociones y los arrebatos, no permitas perder la oportunidad de elevarte.

Siempre mira alto, piensa hondo y aprende de todos, en cada persona hay una enseñanza y un motivo para ser pacientes, para no juzgar y para mantenernos firmes ante nuestra propia luz, escoge tu versión de la vida y vívela lo mejor que puedas hacerlo, pero siempre entendiendo que el otro, también procura hacer lo mismo.

 

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