4 Pasos Para Aprender el Bello Arte de Simplificarnos la Vida
Nuestra serenidad interior va muy de la mano de la felicidad y aquella no se alcanza sino simplificándonos un poco la vida. En los tiempos que corren parece que debemos estar muy ocupados para lograr lo que queremos y sentirnos bien, pero pretender esa imagen nos impide disfrutar de los pequeños momentos con nuestras cercanos o simplemente con nosotros mismos.
Por ello, les dejamos acá algunos pasos para aprender y disfrutar del bello arte de simplificarnos la vida:
1.Identificar nuestras dificultades
No podremos simplificarnos el día a día si previamente no reconocemos cuáles son nuestras barreras. Si seguimos necesitando dar una imagen de persona muy ocupada o si la intensidad nos seduce, es difícil desprendernos de la complejidad. Por ello, si somos de las personas con una agenda al límite y no encontramos tiempo para saborear los momentos, detengámonos un instante y preguntémonos: ¿de qué estoy huyendo?
2. Centrarnos en la esencia de las cosas
La simplicidad pasa por aceptar desprenderse de lo superfluo en todos los niveles, desde un email, a un artículo, a una explicación de por qué hemos hecho algo. Es decir, simplicidad es dejar de dar cabida a lo que no nos resulta crucial. Es imposible mantener una cotidianidad sencilla si arrastramos miles de compromisos. Centrémonos en aquellos realmente importantes y trascendentes para nuestra vida.
3. La perfección está en los pequeños detalles
A veces no nos damos cuenta que la perfección se encuentra en la sencillez de la vida. No hace falta un sinfín de datos o hechos para demostrar lo “perfecto”. Solo basta una palabra, o un simple gesto para llegar a la perfección. De hecho, la inteligencia más elevada se demuestra en la capacidad de hacer sencillo lo complejo para que pueda ser comprendido por todos y si no, recordemos del colegio las fórmulas de la teoría de la gravedad o de la termodinámica. Son enunciados sencillos que recogen años de estudio. Lo mismo es aplicable al amor, la amistad, a la vida en general.
4. Crear colchones de tranquilidad
Si seguimos estrujando el tiempo como si se tratara de un limón para llegar a mil y un sitios, nos iremos olvidando de nosotros mismos. En nuestro día a día, debemos encontrar los colchones de tiempo para los pequeños momentos que nos hacen sentir tranquilos y en conexión con nuestro yo interior. Encontrarlos solo depende de nosotros.