Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades
El tiempo, suele ser nuestro mejor maestro, nuestro mejor amigo y nuestro mayor limitante… Sin él no podríamos concebir la vida como lo hacemos, sin él el principio y el fin carecerían de sentido… Dicen que es el suele ser el encargado de curarlo todo.
Ciertamente las penas con el tiempo suelen doler menos, las heridas poco a poco se convierten en cicatrices y nosotros mientras eso ocurre vamos cambiando, vamos evolucionando, entendiendo… Vamos viviendo nuevas experiencias que nos hacen distraer nuestra mente de lo que en algún momento nos causó dolor…
El tiempo realmente no cambia nada, sino es el marco en el cual se suelen desarrollar nuestras acciones, nuestra voluntad, nuestra resignación, nuestra aceptación o nuestra costumbre en relación a aquello que nos duele…
Claro que podemos sufrir por el mismo motivo durante toda una vida, tenemos la capacidad de ello, pero aunque nos encanta torturarnos la vida, por lo general podemos ser un poco más conservadores y solemos tomar algunas medidas que nos hagan cambiar las condiciones… todo esto mientras el tiempo sin piedad transcurre igual que siempre.
No es conveniente sentarse a esperar que el milagroso tiempo haga uso de sus facultades (transcurrir), para ubicarnos en una mejor situación. Es necesario tomar acción o al menos entender que algo distinto al tiempo debe cambiar.
Nuestra actitud es lo más importante, saber que mientras más positivos seamos, más pronto lograremos cicatrizar aquello que aún sangra, saber que debemos mantener nuestra esperanza en que lo mejor de la vida está por transcurrir, aprovechar cada experiencia para nuestro aprendizaje y rescatar en toda vivencia aquello que haya resultado positivo para nosotros, nos conducirá a través de ese valioso tiempo a una rápida salida.
Es a través del tiempo que logramos conocernos, que logramos aceptarnos, que entendemos que todo ocurre por algo, pero solo surgirá un efecto positivo si colaboramos para que los resultados así lo sean.
Tenemos bastante facilidad de hacer las cosas inclusive más dolorosas de lo que son en realidad y esto no hace más que perpetuar e incrementar el dolor, nuestra mente tiende por sus mismos miedos a magnificar todo lo que podemos considerar negativo y podemos realmente generar una montaña de sufrimiento que se posará sobre nosotros para no dejarnos salir.
Sonríele a la vida, sonríele incluso cuando sientas que se burla de ti, permite que el tiempo haga lo suyo mientras tú haces lo más importante, que es colaborar para sentirte bien, vibrar de forma positiva y procurar aquellas experiencias que en definitiva aligeren el pasado y sus marcas.