No conocer una cosa… no da derecho a negarla
Cuando tratamos de descubrir lo mejor que hay en los demás, descubrimos lo mejor de nosotros mismos. A. Ward
En esta revolución espiritual, si se quiere, que afronta hoy día la humanidad, es necesario tener presente que surgirán miles de tendencias, creencias, doctrinas, pensamientos, filosofías, en fin estilos de vida ajustados a cada persona, que contribuyen de una manera u otra a comprender el panorama actual de la humanidad desde un enfoque más profundo.
Esta lucha de la humanidad, está caracterizada por una especie de surgir de una nueva conciencia, del despertar de los seres a su verdadera esencia, del conocimiento y reconocimiento del ser interior y de la luz innata de cada persona, por lo que sumado a ese despertar, esta la necesidad de que no existan prejuicios, que no juzguemos las demás creencias, los demás pensamientos, porque estaremos juzgando a las otras personas.
Aquel que procura asegurar el bienestar ajeno, ya tiene asegurado el propio. Kung FuTse, Confucio
No conocer una cosa no da derecho a negarla, es parte de ese despertar de conciencia el saber escuchar, es saber prestar atención a los demás, el respetar la filosofía de los otros y aquello que están utilizando para su nuevo surgimiento, para poder abordar su nueva vida desde otra perspectiva.
El estudio de todas las religiones, las doctrinas, las filosofías y los distintos pensamientos que existen hoy día, es parte importante para acabar con la ignorancia y para reconocer de alguna manera el ser interior en nuestros semejantes, entenderlos como iguales y aceptarlos con amor y tolerancia.
No se trata de comparar entre una filosofía de vida y otra, no se trata de buscar cuál es mejor, nadie tiene la verdad absoluta, de lo único que podemos estar seguros es de la certeza de la existencia de nuestro ser interior, de esa luz que nos es propia y que es nuestro principal aliciente en este nuevo despertar.
Juzgar los criterios de los demás retrasa nuestra propia comprensión de la vida, pues la tolerancia, la aceptación y la humildad son parte integral de ese despertar que iniciamos, en nuestro camino no siempre encontraremos afines que compartan nuestra filosofía de vida, pero está en cada uno de nosotros convertir a los demás en adversarios o crear antagonismos innecesarios, especialmente cuando la realidad nos enseña que cada quien tiene una verdad que le es útil.
De ordinario lo que aborrecemos en otros lo aborrecemos por sentirlo en nosotros. No nos molestan aquellos defectos que nosotros no tenemos. Miguel de Unamuno
Más que tratarse de sabiduría, se trata de amor, de la expansión del amor, de nuestro amor interno al amor hacia los demás y la aceptación de toda creencia, todo pensamiento y toda filosofía ajena, es parte de la trascendencia del amor.
Recibe con amor los pensamientos de los demás sobre su filosofía de vida y verás que de alguna manera enriqueces la tuya propia.
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